Ambos comparten el tercer lugar entre los pilotos con más triunfos en la historia de la Fórmula 1, igualados con un mito de la talla de Ayrton Senna, y pronto seguramente estarán dando alcance a Alain Prost y a Michael Schumacher en la cima absoluta. Desde que debutaron en la categoría, en el año 2007, tanto Sebastian Vettel como Lewis Hamilton exhibieron apenas una muestra de lo que serían capaces de alcanzar y cuando ni siquiera se han cumplido diez años de aquello, el tiempo, sus estadísticas personales y sus actuaciones en pista han confirmado que estos grandes pilotos están en otra dimensión; un espacio reservado para las leyendas.
Lewis Hamilton irrumpió en la Fórmula 1 con 22 años de edad y previamente había ganado todos los campeonatos en los cuales participó. En su primer año debutó con un tercer lugar en Australia y desde entonces encadenó nueve podios consecutivos. Fue líder entre los pilotos en la mitad de una temporada con cierta polémica que le vio finalizar como sub campeón, acumulando cuatro victorias, seis poles y doce podios.
En su momento, Hamilton llegó a ostentar todos los récords de precocidad. Ahora, a sus 30 años de edad, el inglés se encamina a su tercer título y sus números hablan solos: 163 participaciones para 42 victorias, 49 poles y 83 podios, sin enseñar el más mínimo síntoma de declive o agotamiento, incluso desde su traslado, desde McLaren hasta Mercedes AMG, se advierte un ascenso en su nivel, producto de una madurez que le llega justamente cuando es el campeón.
Por su parte, Sebastian Vettel debutó en el Gran Premio de Estados Unidos 2007. A sus 19 años se le encomendó pilotar el BMW Sauber asignado al convaleciente Robert Kubica. El joven alemán no decepcionó. Culminó en octavo lugar, sumando sus primeros puntos. Esa misma temporada es llamado desde Toro Rosso para sustituir a Scott Speed a falta de ocho carreras para terminar la temporada. En el Gran Premio de China sorprendió a entendidos y neófitos, a propios y extraños; llegando en cuarto lugar después de salir desde el puesto 17.
Al año siguiente, escribe su nombre en los récords de la Fórmula 1. Piloto más joven en lograr Pole Position y ganar una carrera, en el Gran Premio de Italia. Primera y, hasta ahora, única victoria del equipo de Faenza y de un cliente de Ferrari. Su posterior traslado hasta Red Bull Racing, otro equipo que no había ganado nada hasta entonces, confirmó que Vettel estaba destinado a hacer historia. En 2009 logró la primera victoria de Red Bull y al final de la temporada alcanzó el subcampeonato entre los pilotos.
A partir de 2010 establece un período de dominio para Red Bull, relanzando la carrera de Adrian Newey, diseñador que para ese año acumulaba once temporadas sin que alguno de sus coches lograra la corona. Vettel desplazó a Hamilton en varios récord de precocidad, incluyendo pole, victoria y campeonatos. Para 2014 aceptó el reto de salir de Red Bull para ir a Ferrari y los resultados siguen manifestándose. Ahora Vettel, a sus 28 años y 154 participaciones, acumula 42 victorias, 46 poles, 77 podios y 4 títulos.
Si se analizan fríamente las estadísticas, las posibilidades de que ambos pilotos sustituyan a Michael Schumacher como insignia de la Fórmula 1 contemporánea está latente ya que a sus 30 años de edad, el laureado alemán no tenía los números que ahora lucen Hamilton y Vettel, así que es muy posible observar nuevos récords en muchos apartados, considerando el material del que disponen Mercedes y Ferrari, además de la capacidad que tienen ambos pilotos para sentenciar victorias y títulos.
Tal característica todavía sigue presente ya que ambos salieron de sus zonas de confort, el inglés de McLaren y el alemán de Red Bull, estructuras que auspiciaron sus respectivas carreras desde sus inicios, para aceptar grandes retos. También comparten el hecho de ser desestimados en plena temporada, cuando sus equipos se enteraron de sus deserciones, así que como se aplica en estos casos, se les aisló de toda reunión técnica y se les imposibilitó de probar nuevas piezas o cualquier evolución destinada al proyecto del próximo año. Sin embargo, el tiempo les otorgó la razón a Hamilton y a Vettel; y tanto McLaren como Red Bull no han sido ni la sombra de lo que un día fueron.
Que Vettel y Hamilton impulsen a Mercedes y a Ferrari fue lo mejor que pudo suceder a la categoría. Dejando a un lado lo que han realizado, lo que podrían llegar a ser para sus actuales escuderías también es un elemento a considerar. En tal sentido, la proyección que llevan ambos pilotos indican que se disputarán los títulos de los próximos años y será un desafío de poder a poder. Y es que la retirada de estos dos colosos todavía está muy lejos, para deleite de los fanáticos de la Fórmula 1.
Desde que debutaron, alguno de los dos ha finalizado cada temporada en el primero o en el segundo lugar en el campeonato de pilotos y si tal argumento no resulta convincente para sostener que seguirán acumulando títulos, entonces nada lo hará. Asistimos a un duelo entre dos grandes adversarios de los cuales se desconocen los límites y eso hay que aceptarlo tal cual es, así como se ha visto desde que llegaron a la Fórmula 1. Ahora su enfrentamiento es directo, por la carrera a ver quién llega más rápido y quién llega más lejos a una gloria superlativa, a una cima inexplorada.
Los otros pilotos tendrán que resignarse a ser espectadores en primera fila, así de simple.