A pesar de no haber Gran Premio, esta es posiblemente otra de esas semanas en la que la Fórmula 1 se juega su futuro. En este caso, la FIA discutirá mañana jueves la reglamentación sobre motores para la próxima temporada y con ella, una gran parte de los movimientos secundarios que se pueden desatar en el Gran Circo, entre ellos, la posible motorización de Red Bull por parte de Ferrari.
Concretamente, desde Motorsport.com aseguran que una decisión favorable en cuanto a la posibilidad de permitir a Honda, Renault y Ferrari cerrar el gap respecto a Mercedes, podría devolver la esperanza a Red Bull de montar los motores del cavallino de 2016. Algunas de las cosas que se discutirán mañana jueves serán las restricciones en el desarrollo (los famosos y limitados tokens) o la fecha de homologación, que la próxima temporada está fijada el 28 de febrero y que supuestamente no iba a permitir a los fabricantes de propulsores seguir evolucionando sus productos durante el año.
Tres de los cuatro fabricantes de propulsores parecen estar de acuerdo con que esto sea liberado para la próxima campaña a pesar de que esto pueda suponer una gran escalada en los costes, algo que se rumorea que puede limitarse gracias a restringir el uso del dyno por parte de los equipos. Obviamente, Mercedes se opone a estas modificaciones del reglamento, necesitándose su visto bueno ya que toda reforma deberá contar con el apoyo unánime de todas las partes. Los de Stuttgart tendrán que valorar si soltar algo la soga para que la Fórmula 1 pueda respirar un poco, o mantenerla agarrada de forma firme hasta que esta exhale su último suspiro.