Que nadie me malinterprete, porque tengo un respeto y una admiración extraordinarios hacia el trabajo que realizan desde Motorsport, especialmente desde su cambio de filosofía hará un año, cuando decidieron dejar de ser un mero altavoz de las notas lanzadas por la agencia GMM. Pero me sorprende la repercusión que está teniendo su artículo de este viernes sobre la presencia de diferentes marcas en el Consejo Consultivo de Fabricantes de la Fórmula E.
Resulta que además de McLaren y Williams, según la web estadounidense en este órgano están representados de una u otra manera BMW, Volvo y Mugen (es decir, Honda). ¿Es realmente noticia? En el caso de Mugen, sí. Pero no hay que olvidar que BMW ya está presente en el campeonato suministrando vehículos de su gama i a la organización y en el caso de Volvo su máximo responsable de marketing poco menos que dijo que la competición era una pérdida de tiempo y dinero salvo en el caso de… ¡Bingo! La Fórmula E (lo cual explica por qué Volvo se esconde tras Polestar y Cyan Racing en su vuelta al Mundial de Turismos).
Seamos claros: los fabricantes están interesados en Fórmula E porque los costes están bastante controlados y tienen que buscar maneras de rentabilizar una inversión en vehículos eléctricos que algunos consejos de administración ven aún exagerada y con muchas incógnitas por despejar. La presencia de Renault, Audi o DS de una u otra manera por supuesto que es positiva, pero que nadie se piense que se trata de esfuerzos equiparables a los que implica un proyecto en Fórmula 1 o Mundial de Rallyes.
Y eso, aunque pueda ser perjudicial para el aficionado más purista, el que quiere desarrollo tecnológico abierto, y contravenga las manidas tesis de que el automovilismo contribuye al progreso técnico de los coches de calle (más bien sirve para enseñar a la gente que los inventos de laboratorio funcionan sobre el asfalto), les conviene a todos. Los fabricantes pagan peajes de entrada reducidos, la industria del motorsport aún puede acceder a la Fórmula E sin pasar por una gran marca (ahí está Magneti Marelli preparando su propio motor, según AUTOSPORT, como muchas otras pequeñas empresas han hecho para la segunda temporada ya) y Alejandro Agag mantiene su cortijo bastante controlado.
Así que el interés de ciertas marcas por la Fórmula E no es ni mucho menos nuevo. Mucho más interesante será ver el cómo de todas estas historias.
Vía | Motorsport y AUTOSPORT
Foto | FIA Formula E
