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Gran Premio de México 1992: Nigel Mansell jubila el circuito Hermanos Rodríguez

Dos elementos casuales que podrían darse por separado pero que en este caso sucedieron el mismo año; la marcha del Autódromo Hermanos Rodríguez de la Fórmula 1 y una nueva devastadora carrera por parte de los dos Williams y en particular de Nigel Mansell, que demostró por segunda carrera consecutiva que en 1992 iba a ser muy difícil pararle. Además, un tal Michael Schumacher se subió por primera vez al podio de la categoría reina. Todo esto sucedió en el último gran premio de México de Fórmula 1 antes del retorno en 2015.

Aunque en cierta forma fue como si el querido piloto británico jubilara el histórico trazado -por lo menos para Fórmula 1-, la realidad era que este se había quedado anticuado para la categoría reina. El Autódromo Hermanos Rodríguez tenía fama por la cantidad de baches a lo largo del circuito y estos eran cada vez más acusados y peligrosos, mientras que los problemas derivados por el entonces reciente aumento de población y hasta una contaminación ambiental importante ayudaron a que no se renovara su presencia en el calendario.

Los baches fueron protagonistas de los entrenamientos del viernes, cuando Ayrton Senna pisó uno de ellos y sufrió uno de los pocos accidentes fuertes de su carrera deportiva, llegando incluso a volcar el coche. El piloto brasileño se hizo daño en la pierna y aunque estuvo listo para la carrera, durante todo el fin de semana pareció que no acababa d encontrarse cómodo. Además, McLaren competía aún con el coche del año anterior y era evidente que no eran rivales para los Williams FW14B de Mansell y Patrese, que partían desde la primera fila de parrilla -Senna fue sexto-.

Una de las sorpresas era el pésimo rendimiento de los Ferrari, cuyos dos coches se vieron superados por los Dallara con motores cliente de la escuadra italiana. En la salida, Mansell mantuvo la primera posición por delante de su compañero de equipo, con un Senna que rápidamente se situó tercero. Por detrás, un toque entre Ivan Capelli y Karl Wendlinger dejó a ambos fuera de carrera, para decepción de los aficionados italianos, que veían como su nuevo piloto volvía a quedar fuera de carrera.

Poco le duró el esfuerzo a Senna, que tuvo que retirarse tras once vueltas por culpa de problemas en la transmisión de su McLaren. También Jean Alesi tuvo que abandonar, cuando el motor de su Ferrari dijo basta en la vuelta 31. Los dos coches oficiales habían abandonado antes que los Dallara-Ferrari de la Scuderia Italia que pilotaban Pierluigi Martini y JJ Letho. El italiano no tardó mucho en abandonar mientras que el finlandés sí consiguió aguantar hasta el final, aunque fuera de los puntos.

Por delante, los Williams no tenían ningún tipo de oposición y viajaban a velocidad de crucero, sin arriesgar, directos hacia un nuevo doblete. Por detrás, Gerhard Berger se las veía y se las deseaba con un McLaren-Honda que no estaba a la altura. El coche del año anterior había llegado a su límite y había poco que hacer. A medida que pasaban las vueltas, se veía claramente superado por los Benetton-Ford aunque Martin Brundle no pudo finalizar la prueba por problemas en su motor.

Quien sí lo hizo fue Michael Schumacher, firmando el primer podio de su carrera en la Fórmula 1 en la que era su octava aparición en el campeonato del mundo. El podio del alemán era el primero de un piloto de su país desde el obtenido por Jochen Mass en el Gran Premio de Canadá de 1977 con un McLaren. Precisamente fue un piloto sajón con un McLaren -Gerhard Berger- quien finalizó la carrera en cuarta posición aunque a doce largos segundos de sorprendente novato.

Pero sin duda, los protagonistas del gran premio fueron los dos Williams, que tuvieron su propia carrera y firmaron el segundo doblete del año en dos pruebas disputadas. Nigel Mansell cruzó la línea de meta 13 segundos por delante de Riccardo Patrese y  21 antes que Schumacher. Completando una zona de puntos con nombres recordados, Andrea de Cesaris finalizó quinto tras una sólida carrera al volante de su Tyrrell-Ilmor y el futuro campeón del mundo Mika Häkkinen fue sexto con su Lotus-Ford.

Tras dos carreras, la ventaja de Mansell al frente del mundial era de ocho puntos sobre Patrese, 13 sobre Schumacher, 15 sobre Berger… y 16 sobre Senna. Para el brasileño, era el peor inicio de campeonato desde su primer año en la Fórmula 1 con Toleman y a nadie se le escapaba que a menos que el nuevo McLaren MP4-7 fuera un coche espectacular, imponerse a los Williams iba a ser tarea imposible. Al final, la temporada de 1992 fue recordada por el dominio del coche diseñado por Adrian Newey… y el título de Mansell.

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