Cuando una marca decide diseñar un coche de competición, lo primero que debe pensar, y decidir, es en qué categoría quiere participar. A partir de ahí, coge el reglamento y se ciñe a él, de lo contrario de nada serviría todo ese trabajo porque el vehículo no sería homologado. En contadas ocasiones, las ataduras del reglamento pasan a un segundo plano y con libertad pueden dar rienda suelta a su trabajo. Así es como ha nacido el Ginetta G57.
Recientemente coronado como campeón en las ELMS, el fabricante británico ha cogido el diseño de su LMP3 y lo ha llevado a un siguiente nivel. Aerodinámica totalmente revisada, un nuevo motor y una nueva caja de cambios convierten al LMP3 en un prototipo mucho más agresivo y espectacular.
El motor oficial Nissan de la categoría deja pasao a un V8 de 6.2 litros de origen Chevrolet con lo que los 420 CV pasan a ser 570. La caja de cambios pasa a ser una secuencial firmada por Xtrac y el nuevo pack aerodinámico aporta a este prototipo un 30% más de carga con respecto a su hermano LMP3. Todas estas mejoras permiten al Ginetta G57 ser entre 4 y 5 segundos más rápido.
El mercado para el Ginetta G57 serán aquellos campeonatos nacionales con regulación Open, principalmente en Estados Unidos, así como el pugante mercado de los Track-Day. Sin lugar a dudas, un competidor para, este último, un mercado copado por Radical.
Fuente – Autosport