No por hacerlo más largo lo haces más emocionante. Las condiciones meteorológicas echaron por tierra la que iba a ser la gran final del Global RallyCross Championship 2015 con los títulos entre los Supercar y los Lites todavía en juego. Este es el inconveniente de este tipo de trazados provisionales. La capa de tierra que se añade sobre el asfalto no es lo suficiente como para permanecer compacta y al final la pista termina siendo más una mezcla de barro que hace que las carreras de esta disciplina pierdan gran parte de su atractivo.
En estas condiciones, Volkswagen y en concreto Scott Speed impusieron su capacidad de tracción para asegurarse el título. El ex-piloto de Toro Rosso salía desde primera línea en la gran final, acompañado por los dos pilotos de Olsbergs (el Campeón de 2014 Joni Wiman y Sébastien Eriksson) y llegaba de nuevo primero a final de recta, con una clara ventaja que de nuevo vuelve a poner en tela de juicio la posibilidad de que el Beetle mantenido por Andretti Autosport pueda utilizar algún ingenioso sistema de Control de Tracción.
Desde luego, de no ser así, hay que aplaudir que Volkswagen, teniendo el coche menos potente (553 CV según los datos oficiales) realice estos arranques de carrera fulgurantes, algo que refrendaba Tanner Foust desde segunda línea. El presentador de Top Gear era el gran rival de Speed en la lucha por el campeonato, sin embargo, llegaba algo pasado de revoluciones a la primera curva y se iba contra el muro, dañando la trasera de su Beetle pero afortunadamente siguiendo en carrera.
El error de Foust compactaba la trasera y daba lugar a otros toques como el de Ken Block y Neslon Piquet Jr. que llevaba al brasileño contra las protecciones. La carrera, programada a 10 vueltas se convirtió entonces en un paseo militar en el que sólo se veía intercambio de posiciones debido a errores de los pilotos en ese circuito convertido en pista de patinaje. Se demostraba con el paso por el joker de Eriksson. A la salida del sueco, Scott Speed literalmente levantaba para evitar contactos, cediendo la segunda plaza, pero asegurando un podio que le daba matemáticamente el título. A riesgo de ser pesado, os insto a que observéis atentamente las imágenes de Speed y como el Beetle en estas condiciones no hace prácticamente ningún derrape ni insinuación de la trasera. Sospechoso teniendo en cuenta el estado de la pista y cómo se movían el resto de coches en la sección de tierra.
La victoria se la llevaba Wiman, que al contrario del año pasado lograba un triunfo pero se quedaba sin título. Segundo Eriksson que ha hecho una gran iniciación en esto de los Supercars y puede estar listo para pelear por objetivos mayores, ya sea por el GRC o por su primera temporada en el Mundial de RallyCross. Tercero era Speed que se coronaba Campeón del GRC 2015, mientras que Foust, que terminaba noveno la carrera después de ser doblado por los daños en el eje trasero de la primera vuelta, perdía el subcampeonato en manos de Eriksson. En la categoría Lites, Oliver Eriksson se llevaba el título después de que un error de Cindric dejara sentenciada la lucha en el inicio de la final. Menezes le daría el golpe de gracia al que ocupaba hasta entonces el liderato del campeonato y le rompía la dirección tras colisionar con el coche parado de Cindric.
Bufff… pues a mi me sigue oliendo muy mal esa aceleración del Volkswagen Beetle #GRC pic.twitter.com/yxGFakHGVC
— Iván Fernández (@fernischumi) November 5, 2015