Aunque hoy en día la marca percenete a Fiat, Abarth existió de forma independiente durante veinte años. Fue antes de que Fiat les absorbiera en 1972 tras mucho tiempo colaborando en proyectos al ser Abarth un preparador de Fiat. En ese momento, Osella se quedó con los proyectos de Abarth, aunque aún hubo coches previstos de Abarth que compitieron con un proyecto conjunto entre la marca y Osella. Una marca que siempre se ha relacionado con Fiat, por razones obvias, y que tiene una imagen famosa con el alacrán de su logo, un logo que ha sido sinónimo del lado deportivo de Fiat para varias generaciones.
Abarth 207A – Sport-Prototipos
El Abarth 207A es el primer coche que construyó Abarth sin tratarse de una modificación o preparación de otra marca. Como tal, el 207A nació en los primeros tiempos de Abarth, partiendo del motor de un Fiat 1100 pero con un chasis completamente distinto, un chasis de carreras que conviertió al 207A en el primer coche de carreras de producción de Abarth. Con relativamente pocas modificaciones, el motor pasaba de los 36 caballos originales a 66 caballos de potencia.
El 207A, del cual se fabricaron cuatro unidades en total, debutó en las 12 horas de Sebring de 1955, donde luchó con los Lotus 9. Tras el abandono de los coches británicos, parecía que la victoria estaba al alcance de la mano de los italianos pero un repostaje en pista en lugar de hacerlo en boxes les trajo una descalificación que destrozó las oportunidades de que Abarth ganara alguna carrera importante con su primer modelo “de verdad”.
Aunque en Sebring había conseguido quedarse con el liderato tras el abandono de Lotus, en términos generales el Abarth 207A no tuvo nunca muy buenos resultados, ya que era bastante más pesado que los Lotus 9 y 11. Por ello, tras varias temporadas sin resultados destacados, el 207A poco a poco fue dejando paso a otros coches de la marca. Pero la semilla estaba plantada y poco a poco se fueron abriendo los caminos con otras máquinas.
Abarth OT1300 – Gran Turismo
Aunque el Abarth OT1300 tomó ideas y conceptos del Simca 1000 y algunas partes del Fiat 850, el coche es otro ejemplo de coche fabricado por Abarth con un aspecto muy deportivo. Se trata, de nuevo, de un coche de gran turismo que compitió, en este caso, en la década de los años 60. El OT1300 tuvo un motor fabricado específicamente para él, aunque parecido al que montaba originalmente el Simca 1000; una unidad de 1300 centímetros cúbicos.
El OT1300 debutó en los 500km de Nürburgring de 1965 y compitió durante varios años con buenos resultados. A diferencia del 207A, el OT1300 tuvo éxito, ganando los campeonatos del mundo de Gran Turismo de 1966 y 1967 en su la División 1, además de los tres títulos seguidos del campeonato italiano del grupo 4; en 1966, 1967 y 1968. El Abarth OT1300 tuvo varias victorias interesantes en su categoría, como en los 1000km de Monza, los 1000km de Nürburgring o algunos grandes premios de Mugello -nada de Fórmula 1- entre otros.
También llegó a competir en Le Mans, donde en 1967 obtuvo la decimosexta posición, aunque por detrás de los Alpine A210 que competían en la misma categoría y con un motor de cilindrada y potencia parecida, lo que dejaba claro que los Alpine estaban relativamente por encima. El Abarth OT1300 tuvo una carrera deportiva decente que demostraba que hasta un pequeño preparador podía llegar a construir un coche de GT, cumplir con las exigencias de producción de 50 unidades, y tener un buen nivel de competitividad.
Abarth SE021- Sport-Prototipo
El Abarth SE021 fue el último coche de la marca antes de la “combinación” con Osella en cuanto al equipo de competición. El coche se construyó para competir en varios campeonatos de la FIA para prototipos de dos litros de capacidad de motor. De hecho, en 1972 el SE021, nuevo esa temporada, dominó el campeonato europeo de sport prototipos con pilotos como Arturo Merzario, Derek Bell y Tone Hezemans. Abarth se llevó tanto el título de pilotos como el de constructores y Arturo Merzario llevó a doblar a todos los rivales en la última carrera, en Silverstone.
Abarth tenía la intención de ganar el campeonato europeo, compitiendo contra marcas como Lola o Chevron, con mucha historia y buena tradición en las “barquetas” de poco tamaño y cilindrada y en 1972 Abarth ganó cinco de las nueve carreras, demostrando que el coche estaba a un altísimo nivel. Al trabajo técnico de Abarth y su experiencia construyendo coches de carreras con Fiat, había que añadirle el buen hacer de la estructura de Osella.
Más adelante, cuando se produjo la venta de Abarth a Fiat, el programa de competición de la marca del alacrán fue a parar a Osella, que depuró primero el trabajo con el SE021. Esto fue clave para su buen rendimiento en 1972, ya que la buena base de Abarth pudo ser evolucionada por un equipo muy centrado en la competición que además de su de partamento de carreras, trabajaba también en coches de calle, aunque fuera siempre de corte deportivo.
Abarth PA1 – Sport-Prototipo
Para la temporada de 1973, ni Abarth ni Osella podían permitirse utilizar el coche de la temporada anterior y esperar ganar. Así que ambas partes decidieron ponerse manos a la obra con el nuevo Abarth PA1. El coche para 1973 era un cambio importante a muchos niveles, empezando por el hecho de que el origen era combinado entre Abarth y Osella, en un trabajo conjunto que produjo otro buen coche aunque no tan competitivo como había sido su predecesor.
El Abarth PA1 vio grandes cambios sobre todo en la parte trasera, tanto en lo que se refere a suspensiones como en aerodinámica, con un nuevo alerón trasero que sufrió varios cambios desde su primera versión hasta la definitiva. Los resultados fueron decentes pero dos victorias en comparación con las cinco del año anterior -una de Vittorio Brambilla y una de Arturio Merzario- en el campeonato de europa de sport-prototipos de dos litros era poca cosa.
El resultado final fue una tercera posción en el campeonato de constructores que no llegó a satisfacer demasiado. Pero con el trabajo de Osella se podía aún aspirar a algo con una evolución para la temporada siguiente. Abarth debería realizar un último esfuerzo antes de desaparecer de la escena mundialista. El PA1 no fue recordado por ser un coche particularmente competitivo a pesar de sus resultados aceptables aunque su aspecto quedó en la memoria colectiva.
Abarth PA2 – Sport-Prototipo
El Abarth PA2 fue el último coche en el que Abarth tomó parte como fabricante junto a Osella, ya que a partir del siguiente año Osella pasó a ser fabricante único de los coches con Abarth fuera del proyecto. El Abarth PA2 era una evolución del coche del año anterior con una aerodinámica más pulida y trabajada pero los resultados tampoco llegaron. A pesar de todo, los Abarth seguían siendo populares entre los equipos privados, con lo que los coches se vendían bien.
La oposición fue más dura de lo vivida en los dos años anteriores y al final solo se pudieron repetir las dos victorias de la temporada anterior, sin muchos mejores resultados. El Abarth PA2 es conocido en nuestras tierras por haber estado inscrito en carreras a través de la Escudería Montjuïc, con los clásicos colores verde y amarillos que caracterizan a este equipo catalán, un histórico en nuestro país en forma de pioneros del automovilismo.
Después del trabajo con el Abarth PA2, la histórica firma italiana dejó de trabajar con Osella en los sport-prototipos y dado que ya no contaban con la estructura de construir un coche propio, se terminó la historia de Abarth cono constructor de coches, lo que hizo que su presencia en competición terminara. Por lo menos en lo que a su trabajo independiente se refiere. Por fortuna, Abarth siguió relacionada al departamento deportivo y de competición de Fiat.
Con los años, trabajarían en el Fiat 131 que llegó a ganar 20 rallyes del mundial -18 puntuables-, lo que significa que en Abarth no se habían olvidado de como ganar. Simplemente, tuvieron un breve momento alejados de la victoria. Hoy en día, Abarth sigue con su historia, siempre atada a Fiat, que la mantiene no solo viva sino que además sigue en activo y trabajando en los proyectos deportivos actuales de Fiat como el reciente Punto de rallyes. Puede que no sea una marca propia, pero Abarth sigue compitiendo.
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