Una vez más Fernando Alonso acaparó la atención y nuevamente ello ocurrió en contra de cualquier deseo del piloto de McLaren. Como ya ocurrió en la jornada de ayer durante la segunda sesión de entrenamientos libres, su motor Honda le dejó tirado al romperse nada más salir a pista durante la sesión de clasificación para el Gran Premio de Brasil. A partir de ahí sólo vimos una sucesión de gestos con los que rellenar cuota de pantalla y liberar tensiones.
Primero el asturiano ocupó la silla plegable de un comisario para seguir a pie de pista la sesión; luego guiñó un ojo a las cámaras de la FOM, que obviamente no podían perderse el momentazo televisivo, para luego ponerse a tomar el sol cuando la Q1 llegó a su fin. Y aún podría alguno criticar a Fernando Alonso si no fuera porque Jenson Button se sumó a la fiesta al caer eliminado y juntos subieron al podio del trazado paulista antes de atender a los medios de comunicación.
Una vez ante los micros de las televisiones españoles desplazadas a Brasil, Fernando Alonso reconoció que tampoco esperaban gran cosa de la sesión de clasificación aunque sí confiara en tener posibilidades de pasar el corte en Q1. No sin sorna, explicó que «el coche se comportó bien en la FP3 y en las tres curvas que pude dar» y no quiso dar falsas esperanzas de cara a lo que queda, subrayando que el objetivo mañana se limitará ver la bandera a cuadros.
Foto | McLaren
