Funcionará o no, pero el escepticismo que crea el proyecto Toyota en el Mundial de Rallyes con Tommi Mäkinen al mando es impropio de un fabricante de automóviles de la talla del nipón. Mäkinen ha tratado de despejar dudas y limpiar un poco la fachada del proyecto con una breve entrevista concedida a la revista francesa AUTOhebdo, pero juzguen ustedes mismos acerca de la valía de sus palabras.
Según explica el cuatro veces campeón del mundo al semanario galo, TMG se ocupará única y exclusivamente del propulsor e incluso Mäkinen se ha permitido el lujo de prescindir por completo de las increíbles instalaciones de Colonia en materia de aerodinámica, para lo cual espera recurrir a una compañía británica. Ahí encajarían algunos de los rumores que apuntan a una implicación de Prodrive. Por cierto, del Yaris WRC que TMG ha venido probando los dos últimos años no valdrá ni el motor actual, pues se ha encargado uno totalmente nuevo adaptado al reglamento WRC 2017 que no se probará en banco hasta finales de mes y ya se ha cancelado toda sesión de test prevista para este año.
Y eso, porque a Tommi Mäkinen no le ha quedado otra, porque según AUTOhebdo también intentó contactar con preparadores independientes como Pipo Moteurs para el desarrollo del motor de su Yaris WRC y sólo al recibir calabazas cedió. En todo caso, Mäkinen intentó también dar algo de luz al plano de personal, subrayando que su equipo se compone ya de unas cuarenta personas, estando al cargo dos reputados ingenieros: Michel Zotos, con quien trabajó cuando pilotó para Subaru, y Tom Fowler, ex-M-Sport. El primer test del Toyota Yaris WRC de Tommi Mäkinen Racing se espera para marzo.
Vía | AUTOhebdo (edición impresa)