Puede lograr el subcampeonato del mundo en Qatar la semana que viene, pero ello no ha sido suficiente para que Citroën Racing siga contando con él en 2016. Sébastien Loeb seguirá ligado a la marca de su vida, Citroën, como embajador de PSA y raro será no verle participar en el desarrollo de su nuevo World Rally Car, pero parece haberse llevado un mazazo al quedar apartado del proyecto WTCC.
Sin querer mostrar un rencor enorme a la que ha sido su casa durante quince años, el nueve veces campeón del mundo de rallyes sí ha dejado claro en un comunicado oficial que «me quedé sorprendido cuando supe que no continuaría defendiendo los colores de Citroën Racing en 2016. Construimos este desafío en WTCC juntos, teniendo como objetivo personal ser campeón del mundo de pilotos a tres años vista. Me decepciona que la aventura se termine tras dos años pues tenía la voluntad de alcanzar ese título (…). Una bella historia llega a su fin, pero no me arrepiento. Al contrario, sólo me quedo con gratos recuerdos».
Se sobreentiende por lo tanto que Loeb ha recibido por lo tanto una puñalada trapera de Citroën, aunque suene feo. Pero hay que recordar que su implicación con el Mundial de Turismos seguirá ahí de algún modo, pues su equipo, Sébastien Loeb Racing, alinea dos C-Elysée, el semioficial de Ma Qing Hua y el privado de Mehdi Bennani, quedando ahora libre una unidad extra que bien podría mantener también su estructura. Los rumores colocaban allí a Tom Chilton.
Foto | Citroën Racing