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Citroën fuera del Mundial de Rallyes: cuando sólo vale ganar

Un equipo que ha dominado la escena del Mundial de Rallyes desde 2003 hasta 2012 no se puede acostumbrar a perder. La llegada de Volkswagen, con mucho más presupuesto y con la posibilidad de haber aprendido de los errores de Ford, MINI y la propia Citroën durante las dos primeras temporadas de la nueva reglamentación técnica que entró en 2011 (motores 1.6 Turbo), hizo que Citroën pasara de un papel protagonista a un simple actor secundario. Algo, que en una marca de la tradición deportiva de la firma de los dos chevrones no se puede alargar en el tiempo.

Esto se suele traducir en realizar una inversión económica más fuerte, la llegada de un nuevo modelo (algo que suele estar relacionado con lo anterior) o directamente la retirada del campeonato. En el caso de Citroën ha implicado todo ello, e incluso un movimiento secundario que significa la salida de su equipo oficial del Mundial de Turismos en 2017, cuando la inercia ganadora del actual C-Elysée TC1 se haya terminado.

Y es que todo parece indicar que el equipo galo no ha terminado de encontrar el retorno publicitario esperado en el Mundial de Turismos. Sin rivales directos, ni deportivamente, ni en cuanto al mercado propiamente dicho (el Civic Type R no deja de ser un tres volúmenes), el WTCC no es un sustituto adecuado al WRC, lo cual ha obligado a Citroën a tomar la decisión de volver a centrarse en el Mundial de Rallyes, lugar en el que se han hecho un nombre en la última década a base de victorias.

La decisión de abandonar el WRC en 2016 de manera oficial para regresar en 2017 ya con el nuevo World Rally Car sobre la base del C3 es exactamente la misma a la transición que sucedió en 2006 entre el Xsara y el C4. En aquel momento la llegada de Kronos como equipo semioficial le sirvió a Citroën Racing para retener a Sébastien Loeb. Y es que el bicampeón del Mundo de Rallyes estaba en esos momentos negociando con Malcolm Wilson para recalar en Ford y dirigir el proyecto con el recién estrenado Focus WRC, el mismo que ya había probado.

Por aquel entonces, Citroën también tuvo que reducir su presupuesto para mantener vivo el programa deportivo, llegando incluso a temer la desaparición por completo del equipo, siguiendo un camino similar al de Peugeot tras el fallido 307 WRC. La salida oficialmente de los de Versalles también les da vía libre en cuanto a los test, algo, que siendo equipo de fábrica hubiera sido muy limitado por el actual reglamento en cuanto a kilometraje en sesiones de pruebas.

Todos parecen haber sido aciertos, sin embargo, se han equivocado en uno de los factores más importantes: han menospreciado y enfadado al que ha sido su mayor valor en quince años, Sébastien Loeb. Al alsaciano le han herido donde más le duele, en el orgullo. Verse sin posibilidad de triunfar en un nuevo reto le deja tocado y no le ha dado más remedio que centrarse en su nueva meta, ser ganador del Dakar y tal vez de la Copa del Mundo de Rallyes Cross-Country. Un animal herido es muy peligroso para los rivales, pero también para los que compartían casa con Loeb hasta el momento. A buen seguro que la experiencia del piloto nonacampeón hubiera servido de gran ayuda en la preparación del nuevo World Rally Car, más aun teniendo en cuenta que sin programa en el WTCC, Sébastien tendrá mucho tiempo para hacer test. Ahora deberán confiar en otros pilotos para ello.

Uno de esos pilotos es Kris Meeke. El norirlandés confirmaba a L’Equipe tras el Rally de Gales que no competiría la próxima temporada en un Citroën DS3 WRC oficial, sin embargo, sí que se espera que tanto él como Lefebvre tengan algún tipo de programa semioficial con PH Sport o MY Racing. El objetivo no es tanto el de mantenerlos activos y luchar por los títulos como ya sucedió con Loeb (también es cierto que el Xsara WRC tenía más rendimiento frente a sus rivales que el DS3 WRC) y sí es más el de mantener en activo al equipo, tanto en el caso de los pilotos/copilotos como en el de los técnicos. Al fin y al cabo, a lo máximo que iban a poder luchar contra Volkswagen era por alguna victoria individual, sufriendo incluso por ser subcampeón frente a una Hyundai que llega con todo en 2016.

En conclusión, decisión más que inteligente la de Citroën abandonando el WRC una temporada y dando un paso atrás para dar dos adelante. Sin embargo, se equivocaron tratando a Loeb como un piloto más…

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Iván Fernández

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