Quedan dos meses para el comienzo de la temporada 2016 del Mundial de Rallyes, sin embargo los equipos ya se encuentran a pleno rendimiento trabajando de cara al Rallye de Monte-Carlo. No sólo los equipos oficiales tienen mucho trabajo dentro y fuera de los tramos de test, sino que los privados también trabajan a marchas forzadas para conseguir los apoyos y presupuestos necesarios así como adecentando sus monturas tras una temporada que se ha hecho muy larga.
Es el caso de Robert Kubica, que a pesar de no tener claro cuál será su futuro, ya se encuentra poniendo a punto su Ford Fiesta RS WRC (comprado a M-Sport de cara al Rally de Portugal) de cara a la primera cita del Mundial 2016. El polaco se resiste a abandonar el campeonato en el que según él es el momento en el que se “siente más piloto de rally”. No lo dice a la ligera, durante la recta final del año, Kubica ha demostrado su rapidez en todo tipo de terreno (tanto asfalto como tierra) y sin apenas errores. Los pinchazos y algún problema de fiabilidad le han impedido lograr resultados mucho mejores.
Me sé mi Fiesta pieza por pieza, y creo que esto es parte de la pasión que tienes por un deporte, más allá de pilotar. Muchas personas me siguen preguntando qué voy a hacer en 2016. Mi Ford Fiesta RS WRC está siendo desmontado poco a poco para ponerlo a punto y estar listo para volver a la carrera en plena forma. Estoy trabajando para salir en Monte-Carlo, en la primera prueba del Campeonato del Mundo 2016, pero por el momento no hay nada seguro. Las próximas semanas serán cruciales.
Vía | Omnicorse