Maserati, una de las clásicas marcas italianas en el mundo de la automoción. Una marca con una historia en competición que poco a poco se fue apagando hasta volver a encenderse en el nuevo milenio, por fortuna. Original de Módena, compite desde los años 20 y ha tenido máquinas de todo tipo en competición. Desde coches de Gran Premio y Fórmula 1 hasta coches de rallyes, pasando por los populares gran turismo y sport-prototipos. Maserati pasó en su día por las manos de Orsi, Citroën, De Tomaso y finalmente Fiat. En este último periodo tuvo una época en la que era efectvamente la división de lujo de Ferrari.
Maserati 6CM – Gran Premio
El Maserati 6CM fue la apuesta de la marca del tridente para competir en los grandes premios de finales de los años 30. Mientras la mayoría de marcas competitivas de la época, como podían ser Auto Union o Mercedes, confiaban en potentes motores con coches más pesados, en Maserati siguieron el ejemplo marcado por Alfa Romeo y sus vetustas armas de principios y mediados de los años 30 y decidieron tomar el camino opuesto al de los alemanes.
El Maserati 6CM de 1937 tiene una potencia relativamente reducida, teniendo en cuenta las de los rivales, con 155 caballos en su primera versión y 175 a partir de su segunda versión, de 1938. Pero también tiene un peso menor al habitual, con “solo” 650kg, lo que hacía de él un verdadero peso pluma. También era más ligero y menos potente que su precursor, el 8CM. La idea de Maserati era vender el 6CM a equipos privados, que lo utilizaron a menudo.
A pesar de esto, el equipo oficial de Maserati también se encargó de poner en carrera varias unidades del 6CM con pilotos como Luigi Villoresi o Ettore Bianco en carreras de renombre de la época, como el Gran Premio de Nápoles o incluso la Targa Florio. Hay que reconocer que el 6CM no es el coche más exitoso de la marca durante ese periodo de tiempo, pero el concepto de un peso reducido y su aspecto hacen que se merezca un lugar importante en la historia de Maserati.
Maserati 250F – Fórmula 1
El Maserati 250F es uno de esos coches que marca una época. En unos tiempos en los que los Fórmula 1 cambiaban a menudo de año a año, Maserati mantuvo el 250F desde 1954 hasta 1957 de forma oficial, aunque el modelo siguió dejándose ver por las pistas hasta 1960 en manos de equipos privados. El 250F debutó en la primera carrera del mundial de Fórmula 1 de 1954, en Argentina, con victoria de Juan Manuel Fangio, que repitió en la tercera carrera del año, en Bélgica -la segunda eran las 500 millas de Indianápolis, donde los equipos europeos no tomaban parte-.
Después de eso, Fangio se marchó a Mercedes, con quien selló su segundo título de Fórmula 1. Ese mismo año, se produjo una triste efeméride. En los entrenamientos para el Gran Premio de Alemania, Onofre Marimón, también argentino, perdió la vida con un Maserati 250F, convirtiéndose en el primer piloto en hacerlo durante un fin de semana de gran premio. En cuanto a cosas más felices, fue el coche con el que Stirling Moss obtuvo su primer podio, en Bélgica.
Después de un año en Mercedes, Stirling Moss volvió al equipo italiano, donde obtuvo dos victorias y cuatro podios en total, luchando contra Juan Manuel Fangio, ahora con Ferrari y su D50. Finalmente, el propio Fangio le dio al Maserati oficial una despedida digna de mención en 1957, con el único título de pilotos de la historia del 250F y cuatro victorias más, incluyendo la legendaria carrera en Nürburgring. Robert “Bob” Drake fue el último piloto en conducir el 250F en un gran premio, en Estados Unidos, última carrera de 1960.
Maserati Tipo 61 – Sport-Prototipo
El Maserati Tipo 61 es considerado por muchos, junto al Maserati 250F, el coche de competición más bonito que ha construido la firma italiana. Apodado “Birdcage” -jaula de pájaros- por su curiosa estructura interna con más de 200 varillas de acero de aleación de cromo y molibdeno que hacían pensar en una jaula. El Tipo 61 compitió en carreras de resistencia internacionales como las 24 horas de Le Mans o los 1000km de Nürburgring en varias ocasiones, alcanzando la fama con unos colores muy particulares.
Dichos colores son el blanco y azul que caracterizaba a los equipos estadounidenses. Esto se debe a la fuerte apuesta que realizó el Casner Motor Racing Division, conocido como Camoradi, por el Tipo 61. Después del debut victorioso de la máquina en 1959 a manos de Stirling Moss, Lloyd Casner tomó un gran interés en el Tipo 61 y fundó el equipo para que los coches compitieran en Le Mans, participando en otras carreras como preparación. Ganaron los 1000km de Nürburgring en 1960 y en 1961, pero Le Mans se escapó por problemas técnicos causados por la relativamente pobre fiabilidad del Tipo 61.
La pasión del propio Casner, que fue uno de los pilotos ganadores en Nürburgring en 1961, le llevó incluso a fundar un equipo privado de Fórmula 1. Más adelante acabó perdiendo la vida en Le Mans en 1965, probando el nuevo Maserati Tipo 151/4. En cuanto al Tipo 61, acabó inspirando una “saga” de coches de Maserati basados en el mismo concepto “Birdcage”, convirtiéndose en uno de los más populares de toda la historia de Maserati. Tanto es así que el MC12 solo se comercializó con los colores del equipo Camoradi, como homenaje al Tipo 61.
Maserati Tipo 151 – Sport-Prototipo
El Maserati Tipo 151, con su aspecto particular y una trasera estilo “Kammback” que le da un aire único, participó en carreras de resistencia durante varias temporadas, incluyendo las 24 horas de Le Mans en tres ocasiones. Desafortunadamente, en ninguna de las tres ediciones llegaron a ver la línea de meta, siendo la primera, en 1962, la que mejor le fue a la marca. Ello se debe al hecho que tres coches tomaron la salida en 1962, uno de Maserati Francia y otros dos del equipo Cunningham.
Clasificado el mejor coche en vigesimoquinta plaza -aunque el número es solo una anécdota ya que no se considera posición real si no se termina la carrera-, las máquinas de Briggs Cuningham volvieron a Estados Unidos, mientras que la de Maserati Francia volvió a Italia para prepararse mejor de cara al año siguiente. De un motor derivado del 450S que entregaba 400 caballos, se pasó a uno derivado del 5000GT con 30 caballos más de potencia y,en principio, una mejor respuesta. El resultado no fue muy alentador, tras una nueva retirada, y de cara a 1964 el coche volvió a recibir algunas mejoras de parte de Maserati en Italia.
Se hicieron modificaciones en cuanto a la posición del motor y a la carrocería, lo que daría un mejor rendimiento general. Pero tras una nueva decepción, en Maserati hubo que trabajar duro otra vez más. Con un motor con cilindrada ligeramente ampliada y mejor aerodinámica entre otros cambios, el equipo era optimista pero en las pruebas previas a Le Mans, Lloyd Casner tuvo un accidente con el Tipo 151/4 y perdió la vida. Poco pudo salvarse del coche, pero el motor del Tipo 151/4 -a veces llamado Tipo 154- se montó en un Tipo 65 que a pesar de todo duró tan solo tres vueltas en carrera. Tras esto, la presencia de Maserati en carreras de resistencia desapareció por completo.
Maserati MC12 GT1 – Gran Turismo
Las carreras para Maserati parecían cosa del pasado, a excepción de la presencia del Biturbo en los campeonatos británico, europeo y mundial de turismos. El propio Bituro llegó a participar en algún rally, aunque sin resultados destacables. Esto fue hasta la llegada del Maserati MC12. Este supercoche, que partía del chasis y el motor del Ferrari Enzo, representaba el retorno de Maserati a la competición desde hacía décadas. El MC12 debutó en el campeonato FIA GT en 2004 aunque a causa del debate sobre su homologación, no se les permitía aún sumar puntos. El debut en Imola se saldó con una segunda y tercera posición, seguidas de una victoria en Oschersleben, sin puntos aún, para finalmente sumar los puntos de la victoria en la última carrera del año, en Zhuhai.
La temporada de 2005 fue realmente buena, con el MC12 llevándose los títulos de constructores y de equipos. El de pilotos se perdió por un suspiro, lo que hacía presagiar mejores cosas para el año siguiente. Esta vez, Maserati consiguió que sus pilotos vencieran pero se escapó del de constructores, mientras que el Vitafone, que ya había triunfado en 2005, volvía a ganar el campeonato de equipos. No fue hasta 2007, cuando Maserati lo ganó todo por primera vez en el FIA GT. En 2008 Maserati volvió a lograrlo, aunque sin un campeonato de constructores que había desaparecido. Terminando con su historia en la categoría, 2009 volvió a ver dominio de un coche que fue el referente desde su entrada en 2004 hasta ese mismo año.
En 2010, el MC12 ganó el primer campeonato del mundo FIA GT1 en las categorías de equipos y pilotos, aunque de nuevo el de constructores se les escapó. Habiendo triunfado en el campeonato del mundo, no quedaba nada más que hacer y el MC12 no participó al año siguiente. Fuera de estos campeonatos, dominó la escena nacional en Italia hasta que los GT1 dejaron de estar permitidos. También tuvo alguna participación en la American Le Mans Series con un coche con sus medidas reducidas para intentar estar dentro de la normativa del ACO -aunque el ACO jamás lo aceptó y el MC12 solo compitió como invitado en Estados Unidos-. Finalmente, en Japón el MC12 llegó a prepararse para el Super GT de 2006 pero después de unos resultados decepcionantes y de problemas con el piloto, Jan Magnussen, que estaba enfermo, se retiró la inscripción.
Con esto, Maserati parece haber recuperado su esencia de competición y aunque el MC12 está ya retirado y no parece haber ningún proyecto sólido para que la marca del tridente vuelva a las pistas, tampoco se puede decir que estén fuera de onda. Hace tan solo un lustro, iban camino a su último título. Quien sabe qué le depara el futuro a esta marca. El tiempo lo dirá. Por lo menos, sabemos que hagan lo que hagan, seguro que será memorable.
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