Perderse un tercio de la temporada por un desafortunado accidente en Xfinity Series en Daytona no ha impedido a Kyle Busch lograr su primer título en la categoría reina de la NASCAR, la Sprint Cup, al imponerse en la carrera final, disputada en Homestead este domingo. La lluvia amenazó con retrasar el desenlace de la Chase for the Cup, pero finalmente pudo llevarse a cabo, obteniendo Busch el triunfo para derrotar así a Harvick, Gordon y Truex Jr., los otros aspirantes.
La carrera no fue todo lo emocionante que cabría esperar de un formato hecho por y para el espectáculo, con Busch y Harvick claramente un peldaño por encima de Gordon y dos por encima de Truex Jr., que se limitó a intentar recuperar por estrategia lo que perdía en pista e incluso sufrió un conato de incendio en durante una parada en boxes. Pero un periodo de Caution por «debris» (una botella de plástico en los márgenes de la pista…) intentó apretarlo todo. Busch disponía de casi diez segundos de margen sobre Harvick que se esfumaron, pero al menos la salida del Pace Car le permitió atacar a Brad Keselowski y colocarse en cabeza de carrera.
A partir de ahí Busch lo dio todo y pese a que Harvick ascendió al segundo puesto su ventaja fue increscendo hasta la bandera a cuadros. El menor de los Busch lograba así su primera corona y estrenaba el palmarés en Sprint Cup de Toyota, primera marca extranjera en ganar un título en la categoría reina. Jeff Gordon por su parte acabó su última carrera en sexta posición, logrando así el tercer puesto en el campeonato, mientras que Martin Truex Jr. fue finalmente 12º.
Foto | Joe Gibbs Racing