Mecachrome puede volver a guardar sus prototipo de motor V6 Bi-Turbo de 2.5 litros después de que la Comisión de la Fórmula 1 rechazara ayer la idea del propulsor estándar construido por un fabricante independiente. Además del fabricante francés, también Ilmor y AER habían expresado su interés en ocupar dicho puesto que además contaba con el apoyo de la FOM. Sin embargo, ayer en la reunión, los equipos tiraron abajo dicha posibilidad.
Se crea a partir de este momento una mesa de discusión para poner sobre ella las distintas propuestas antes del próximo 15 de enero. Los principales objetivos serán los de reducir los costes y por tanto que los fabricantes puedan suministrar sus productos a menor coste y además encontrar una solución más sencilla para mejorar el sonido de los V6 actuales a parte de la opción que eligió la FIA para sortear la válvula wastegate del turbo. La primera reunión se producirá este mismo fin de semana en Abu Dhabi.
De nuevos en frena en seco una posible solución a la crisis de los motores y a la posibilidad de que los equipos con menos recursos puedan conseguir propulsores más baratos. Precisamente han sido los equipos de cabeza los que han tirado a bajo dicha propuesta, olvidándose una vez más del bienestar de la propia Fórmula 1. Veremos cómo avanza, pero el proceso de licitación presentado por la FIA se queda en agua de borrajas.