A muchos se nos escapó ayer un detalle importante. Con el desastroso inicio de Gran Premio sufrido por Fernando Alonso y visto que se encontraban en tierra de nadie desde el muro le dijeron al asturiano que iban a probar ‘algo’ aprovechando que era el último día de curso. Mientras que el ingeniero le permitía poner el motor en modo “full deployment” (máximo rendimiento), el equipo dejaba el juego de súper-blandos para el final de carrera con el objetivo de ir a por la vuelta rápida de carrera.
Con la fiabilidad dándole un momento de respiro, Alonso fue a por todas con el objetivo de marcar el tiempo más rápido posible en una pista ya engomada y con aire limpio (sin tráfico delante). Es por ello que el bicampeón se ‘mandaba’ un increíble 1 minuto y 44,796 segundos en la vuelta 52, a sólo tres para ver la bandera a cuadros (en su caso menos ya que había sido doblado), crono que sólo dos pilotos fueron capaces de mejorar: Lewis Hamilton y Sebastian Vettel.
En concreto, el McLaren-Honda de Fernando se quedó únicamente a 0.279s de la vuelta rápida en carrera (Hamilton lo había logrado también con blandos tan sólo 8 vueltas antes), buena señal si tenemos en cuenta que en rectas todavía se encuentran lejos de la velocidades puntas deprimentes que alcanza el MP4-30. Esto permitía ser cuidadosamente optimista a Eric Boullier, el cual valoraba positivamente el paso por curva del monoplaza de los de Woking. Aun así es pronto para tener esperanzas tras una temporada tan desastrosa como esta, la peor de la historia del equipo.
Nuestra velocidad en curva ha sido más que respetable durante todo el fin de semana. A falta de cinco vueltas para el final de la carrera, nosotros cambiamos los settings del coche de Fernando Alonso en máximo rendimiento, no sólo para permitirle a él algo de diversión en pista, también para encontrar cuan bueno sería nuestro coche un esta configuración de rendimiento. Los resultados son por así decirlo esperanzadores.
