Arrows es uno de esos constructores de Fórmula 1 que pasan a la historia por méritos propios a pesar de no haber ganado nunca un gran premio. Hubo podios aunque fueron pocos a lo largo de sus 25 años de historia en la categoría reina. Del debut en color dorado en 1978 se pasa al naranja y negro de la temporada de 2002, la cual no pudieron terminar. Arrows fue uno de los equipos conocidos por sobrevivir muchos años a pesar de estar en la zona baja de la clasificación. Pero Arrows tuvo buenos años en competición. Con prácticamente la misma edad que el equipo Williams, puede que los resultados fueran distintos pero siempre tuvieron fieles seguidores.
Arrows A2 – Fórmula 1
El A2 fue la máquina diseñada por el equipo Arrows en su segundo año en la Fórmula 1. Tras un primer año decente con un podio en Suecia, once puntos en total y décima posición final en el campeonato de constructores, decidieron dar el paso y arriesgarse con un coche con efecto suelo muy extremo para 1979. El concepto era parecido al que usaban equipos competitivos pero llevado a tal punto que el coche no necesitaba alerones. Por lo tanto, el A2 tenía un aspecto único y un flujo de aire impecable.
Esto le daba al Arrows A2 una fuerza aerodinámica tremenda, probablemente la mejor del campeonato. Pero, puesto que ni los medios de Arrows eran los de Lotus o Ferrari y ni sus ingenieros tenían tanta experiencia ni eran tan competitivos, esto también hizo que el A2 sufriera de un problema de falta de estabilidad física del coche cuando se le sometía a la presión de trazar una curva. La designación en inglés viene a ser algo así como “marsopando” -por la idea de las marsopas cuando nadan por la superficie del mar, balanceándose adelante y atrás-. Con un un efecto suelo no tan bien diseñado, el coche sufría este fenómeno en exceso y tenía una maniobrabilidad terrible.
El Arrows A2 solo consiguió dos puntos fruto de dos sextas posiciones de Jochen Mass, antes de que la temporada llegara a su fín. En ese punto, Arrows tomó un camino completamente distinto, diseñando el A3 con un concepto que nada tendría que ver con el fracasado intento de superar a los grandes equipos. Después de lo sucedido con el A2, el coche del año siguiente sería mucho más convencional. Demasiado quizás. Pero tanto en 1978 como en 1980 se lograron más puntos que en 1979. El Arrows A2 fue un fracaso a todas luces. Pero es uno de los coches más icónicos de la marca y de la misma forma, de la Fórmula 1 con efecto suelo.
Arrows A10 – Fórmula 1
Tras varios años en los que Arrows obtenía un puñado de puntos por temporada, llegaron los momentos complicados. Con la entrada de BMW, las cosas habían mejorado un poco y parecía que Arrows podía recuperar el “punch” perdido pero la de 1986 fue una temporada poco competitiva. Los podios en su historia habían llegado solo con Riccardo Patrese y Thirerry Boutsen, pilotos que acabarían ganando carreras. Por lo tanto, ¿hasta qué punto era el coche importante y no el piloto? Puede que Marc Surer y Christian Danner no fueran los mejores para los A8 y A9 de 1986 pero Boutsen tampoco llegó a puntuar. Pero cuando llega la temporada de 1987, Arrows dio finalmente en el clavo con el A10.
Brabham estaba de capa caída y el motor convencional de BMW fue solo para Arrows y Ligier, aunque en esa temporada se llamó Megatron. El nombre provenía de una empresa subsidiaria de USF&G, compañía aseguradora que era el patrocinador principal de Arrows. BMW estaba fuera de la Fórmula 1 de forma oficial, aunque mantuvieron un contrato cliente con el equipo británico. Aunque en esa época no era común cambiar los nombres de los motores, en Arrows marcaron un precedente que acabaríamos viendo a menudo a partir de entonces. A través de este sistema, el coste del motor BMW se sufragó al alquilar los motores a Ligier. El A10 se destapó como un buen coche de buenas a primeras, con un cuarto puesto en la tercera carrera con Eddie Cheever.
Al final, once puntos elevaron al equipo hasta la séptima posición, empatados con Tyrrell en la sexta. Pero hubo un problema con el motor. La FIA incluyó en 1987 una válvula para restringir la presión del turbo y los Megatron sufrían de un límite de potencia antes de llegar a ese límite de presión. Sin los recursos de Ferrari o McLaren, les costaría hasta la segunda mitad de 1988 solventar el problema. Para ese entonces, el Arrows A10B con suspensiones mejoradas y un conjunto más sólido, iba camino a una quinta posición final que pudo ser mejor si el problema se hubiera solucionado antes. Arrows finalizó el campeonato empatada a 23 puntos con Lotus, en cuarto puesto y a 16 puntos de Benetton, terceros. En un año especial con un fantástico resultado doble en Monza -Derek Warwick tercero y Eddie Cheever cuarto-, Arrows completó la que acabó siendo su mejor temporada en la Fórmula 1.
Arrows Footwork FA17 – Fórmula 1
El Footwork FA17 es el último coche de la época en la que Arrows comparte el nombre de Footwork, proveniente de la empresa del hombre de negocios japonés Wataru Ohashi. Su llegada a la Fórmula 1 se produjo a través de Arrows en 1991 y fue clave en la obtención de los motores Porsche -que por otra parte resultaron ser terribles- y más adelante siguió apoyando al equipo hasta mezclar el nombre de Footwork con el de Arrows, que a pesar de todo siguió bajo la direcció de Jackie Oliver -uno de los fundadores- en todo momento. Antes de empezar la temporada de 1996, retiró el apoyo económico, que resultó en un año complejo para el equipo.
El FA17 comenzó con los colores que habían caracterizado a Arrows-Footwork en los dos últimos años, con parches de colores rojo y azul sobre fondo blanco. Aunque con pocos patrocinadores, pronto encontraron a quien apoyara el proyecto, dándole a un coche con formas redondeadas y adaptadas al nuevo reglamento un aspecto tremendamente agresivo. Si el FA17 era bonito en su primera decoración, tras adquirir el rojo y azul de Power Horse -bebida energética- brilló aún más. EL FA17 resultó ser un coche capaz a principios de año, y en manos de Jos Verstappen llegó a puntuar en Buenos Aires, con un sexto puesto bastante correcto.
Desafortunadamente, sin el apoyo de Footwork, no hubo casi desarrollo técnico durante el año, lo que hizo que el coche fuera cayendo de rendimiento poco a poco. El pobre motor Hart V8 tampoco ayudaba demasiado y la falta de potencia y de evolución fueron otras de las causas por las que el Footwork FA17 se vino abajo. Además, aunque Verstappen realizaba buenas actuaciones, a menudo problemas técnicos le dejaban fuera de carrera. Ricardo Rosset, por su parte, hizo una temporada decente aunque poco espectacular que le valió, por lo menos, repetir en la Fórmula 1 aunque de la mano de Tyrrell en 1998 tras la infructuosa experiencia de Lola en 1997. De cara a la temporada de 1997, iban a darse muchos cambios.
Arrows A18 – Fórmula 1
La sorpresa de la pretemporada de 1997 la protagonizó Damon Hill tras firmar por el equipo Arrows después de ser campeón con Williams en 1996. Frank Williams no le renovó y “se encontró en la calle”. Sin un lugar competitivo al que ir, decidió apostar por el proyecto de Tom Walkinshaw en Arrows. TWR compró el equipo con el objetivo de transformarlo en uno de los grandes. Con más medios que nunca, un nuevo motor Yamaha y Damon Hill a bordo, la receta debía de ser buena, por lo menos. Si se hacían las cosas bien, en dos o tres años podían estar arriba y Hill se sentiría como en casa y como uno de los artífices.
No acabó de ir así la cosa. Aunque el contrato con Bridgestone firmado en 1996 que incluía algunas pruebas antes de empezar la temporada fue la correcta, el coche no acabó de cuajar. Algunas buenas sesiones clasificatorias -aunque no excelentes- y un año bastante mediocre, a excepción del sensacional Gran Premio de Hungría, donde Damon Hill rozó el milagro con una segunda posición que salvó la temporada. El Arrows A18 tenía un aspecto más competitivo que cualquier Arrows en el pasado, con más patrocinadores, una decoración sólida y un coche trabajado. Quizás el número 1 en el frontal ayudara a ganar algo de seriedad
Pero todos estos puntos son superficiales cuando se trata de rendimiento y el Arrows A18 no fue capaz de marcar puntos más que en tres ocasiones, contando la de Hungría. Damon Hill fue sexto en Inglaterra y Pedro Paulo Díniz, quinto en Luxemburgo -carrera disputada en Nürburgring-. Al final, Damon Hill quedó desilusionado con un equipo que seguía siendo flojo a pesar del dinero de TWR y los patrocinadores de Díniz. Arrows perdió las opciones de competir con los mejores sin un piloto competitivo y el motor Yamaha, actualizado, fue usado en 1998 y 1999, cuando Pedro de la Rosa debutó en la Fórmula 1 con un punto en su primera carrera.
Arrows A21 – Fórmula 1
De los nueve puntos en 1997 se pasó a siete en 1998 y uno en 1999. Arrows caía de rendimiento a pasos forzados. Pero de cara al año 2000 estrenaron un nuevo motor Supertec -en realidad un viejo propulsor de Renault-, al igual que el equipo Benetton. Gracias al dinero de Orange Repsol, Arrows pudo construir un coche competitivo con el que producir resultados. Con una decoración agresiva en color naranja y negro y con una aerodinámica mucho más depurada que la del complicado año 1999, Arrows tenía un monoplaza realmente bonito y bastante competitivo, con Pedro de la Rosa y Jos Verstappen al volante.
El segundo fue quien marcó más puntos en todo el año, con un total de cinco por dos de De la Rosa. Tres de esos puntos vinieron del Gran Premio de Italia, donde Verstappen terminó en cuarta plaza, levantando la moral del equipo tras un accidente en el que Pedro de la Rosa tuvo un vuelco espectacular. Pedro de la Rosa “solo” marcó dos puntos, fruto de dos sextas plazas en Nürburgring y Hockenhim, pero fue quien realizó las actuaciones más espectaculares, siempre en circuitos rápidos. En Hockenheim pudo haber luchado por el podio pero se quedó sin opciones de conseguirlo tras un trompo.
También en Austria, De la Rosa parecía ir a por el podio tras un inicio de carrera singular pero la rotura de la caja de cambios terminó con las esperanzas de todo un equipo, así como las del catalán. Pudieron haber sido seis o siete puntos más, que habrían ayudado en la lucha contra Jordan en el campeonato. A pesar de las oportunidades perdidas, parecía que Arrows estaba de vuelta en el buen camino. Desafortunadamente, Walkinshaw tomó la decisión errónea de deshacerse de Pedro de la Rosa para traer a Enrique Bernoldi, que venía con el apoyo de Red Bull. Con un motor Asiatech -Peugeot- menos competitivo y con un coche que apenas era una evolución del A21, se marcó un solo punto en 2001 y para 2002 no llegaron a terminar la temporada.
Después de su retirada forzosa tras entrar en bancarrota a mediados de la temporada 2002, con un Arrows A23 que era también bastante bonito, parecía que la historia de Arrows estaba terminada. Pero la Fórmula 1 tiene a veces unas ocurrencias que ni al mejor novelista se le podrían pasar por la cabeza. Tras comprar Minardi el material de Arrows, el equipo italiano lo probó en la pretemporada de 2004 bajo el nombre de PS04 pero decidieron no utilizarlo. Y cuando Super Aguri llegó a la Fórmula 1 en 2006, recuperaron los Arrows A23 del museo y los reutilizaron. Aunque en las primeras pruebas se usó un A23 tal y como estaba, para el campeonato hubo algunas mejoras. Se utilizó el A23 -rebautizado SA05- hasta que el SA06 estuvo listo. Al Arrows A23 le faltaron seis carreras en 2002. En 2006, disputó once bajo el nombre de SA05. Suficiente para despedirse, ahora sí, de la Fórmula 1.
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