Para Kamui Kobayashi y el Dallara SF14 de la Super Fórmula, hoy era el día elegido para batir el récord del circuito de Tsukuba. Como parte del «Speed & Sound Trophy», el ex-piloto de Fórmula 1 se subió al coche de pruebas de Toyota con el objetivo de batir el récord que marcó en su día Yuichi Wakisaka con uno de los coches de la Fórmula Nippon en el pasado.
El procedimiento siguió el mismo orden que un fin de semana de carrera con tres «sesiones» para Kobayashi. La primera, por la mañana, fue esencialmente una vuelta de instalación. Luego hubo una sesión libre alrededor del mediodía y finalmente la sesión oficial, a las 3 y 10 de la tarde, hora local. El objetivo en mente era el de batir el récord en Tsukuba.
El circuito, muy próximo a Tokio, es popular entre los aficionados al automovilismo por ser un lugar en el que cualquiera puede rodar con su coche. Los tiempos suelen estar alrededor de los 51 segundos con los coches más preparados y entre 52 y 53 con los GT3. El anterior récord era de 46.935, por Wakisaka con un Reynard 99L en el año 2001.
Kobayashi empezó con un tiempo de 44.540, sorprendiendo a la audiencia desde el comienzo. Pero tanto Kobayashi como su ingeniero trabajaron como si de un fin de semana competitivo se tratara para mejorar el resultado. Con varios otros coches en pista, el estado del asfalto fue a peor de cara a las sesiones decisivas por culpa de los distintos tipos de compuestos de neumáticos y algo de aceite en pista.
El equipo le dio un homenaje a Bridgestone con el último juego de neumáticos nuevos de la marca para la Super Fórmula y el resultado valió la pena con un 44.008. La vuelta se realizó con el botón del «push to pass» presionado tanto como era posible pero aún así, Kobayashi se quedó a tan solo nueve milésimas del 43. El japonés se mostraba feliz aunque reconocía que le hubiera gustado llegar a ese 43… y avisa que quiere probarlo de nuevo el año que viene.
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