En el mundo del automovilismo, los diseños de cascos de pilotos japoneses suelen ser muy coloridos, vistosos… y hasta cierto punto, caóticos. Aunque por regla general comparten estilo, es difícil discernir los motivos utilizados en sus diseños aún si los pilotos suelen mantenerlos durante muchos años o incluso toda su carrera deportiva. Una de las más famosas excepciones es la de Ukyo Katayama, el conocido «kamikaze» nipón de los años 90.
Desde su época en la Fórmula 3, el casco de Katayama fue reconocible por mezclar el colorido y estilo típicos de los cascos japoneses con los diseños algo más simplificados y tradicionales que lucían los pilotos occidentales. En el caso del nipón, el elemento base era el color azul que ocupaba la mayor parte de su casco, generando un bonito contraste con los coches que pilotó.
El otro punto destacado del diseño del casco de Katayama era el diseño en colores rojo y blanco que ocupaba tanto el lateral como la parte superior del mismo. Visto desde la parte superior, el patrón de color blanco con las líneas rojas a su lado tenía una forma que recordaba ligeramente al carácter kanji «montaña» -yama- que aparece escrito en su apellido.
Desde el lateral, los colores rojo y blanco tenían un patrón que recordaba la forma de una «T» en posición oblicua aunque el japonés no tenía ningún motivo aparente para llevar dicha letra en su diseño. Aún así, esa «T» se alargaba hasta conectar en la parte central trasera y extenderse hacia delante, casi como si de un casco de batalla se tratara. El final de esas líneas generaba un espacio idóneo para el logo de un patrocinador.
A lo largo de los años, Katayama lució los distintos logos de sus patrocinadores sobre su casco, destacando en el lugar de honor sobre la visera los logos de Cabin, Mild Seven -gran patrocinador personal suyo durante muchos años- y Zenrin en sus últimas apariciones en el mundo de las carreras, compitiendo en la Speedcar Series en la temporada 2008.
En cuanto a cambios en su diseño a lo largo de su carrera deportiva, hubo muy pocos y se limitaron básicamente a los tonos de los colores en general y del azul en particular. A lo largo de los años, hubo tonos más claros de azul pero en los últimos años de su carrera deportiva, llegó a lucir un color algo más oscuro prácticamente negro en sus participaciones en las 24 horas de Le Mans.
Recientemente, la leyenda de Ukyo Katayama en el automovilismo ha renacido con su compatriota y abanderado, Ukyo Sasahara -curiosamente tienen el mismo nombre-. El joven piloto nipón ha competido en 2015 en la Fórmula Renault 2.0 y pretende estar el año que viene en una categoría de más nivel donde empezar su posible ascenso a la Fórmula 1. Todo esto, llevando un diseño de casco prácticamente idéntico al de Katayama aunque aplicando «texturas» y patrones a los colores.