Tener un 30% más de apoyo aerodinámico que los actuales monoplazas únicamente aumentando un 10% el drag (sin perder velocidad punta), ser más difíciles de conducir y reescribir la historia como los Fórmula 1 más rápidos sobre el escenario del Gran Circo. Esos son los objetivos que tiene la el Grupo Estratégico y técnico de la FIA para el nuevo reglamento que en principio llegará para la temporada 2017. Jean Todt está decidido a dejar su nombre escrito como el presidente que trajo las reglas que permitieron los WRC y los F1 que hicieran olvidar a todos sus antepasados.
Tal y como informa Jonathan Noble, los equipos ya tienen sobre la mesa las primeras directrices para crear los que serán los coches de dentro de dos temporadas, los cuales se esperan que sean hasta 5 segundos por vuelta más rápidos. Todo ello manteniendo los motores V6 Turbo actuales y haciendo diseños que serán más largos y anchos tal y como adelantaban los primeros bocetos de los mismos.
La longitud total pasará de los 180 cm actuales a los 200, mientras que el alerón delantero crecerá de los 165 cm a los 180 (el trasero también pasaría de los 80 a los 95 cm). No habrá únicamente cambios en cuanto a las formas del monoplazas, sino que los neumáticos también serán más anchos, llegando los delanteros a los 30 cm (por 24,5 que tienen ahora los Pirelli) y los traseros a los 40 cm (en la actualidad tienen 32,5 cm). Precisamente las gomas de mayor tamaño se espera que supongan una ganancia de hasta tres segundos, mientras que los dos restantes los aportará la aerodinámica con un difusor aún más grande y la esperada, y no confirmada, vuelta del efecto suelo.
La duda está en saber si dicha mejora en tiempos, también devolverá el espectáculo. En el caso del WRC, la llegada de más potencia, carga aerodinámica y el diferencial central no promete la vuelta de lo emoción pero sí los World Rally Cars más rápidos de la historia del Mundial. Tal vez la Fórmula 1 siga el mismo camino.
Imagen | Giorgio Piola