Tras la reunión del Consejo Mundial del Motor de la FIA el pasado miércoles en París se han desvelado las otras normativas que se trataron paralelamente. Además de los cambios en cuanto a los neumáticos, la confirmación del calendario de 21 Grandes Premios y la decisión de otorgar más poder a Jean Todt y Bernie Ecclestone para que acometan las medidas necesarias para asegurar el futuro de la Fórmula 1, también hubo otras medidas que no salieron a la luz.
La primera de ellas tendrá que ver con la utilización de los límites de pista. Los pilotos han sido advertidos de que la próxima temporada no permitirá tantas alegrías en lo que ha sido uno de los temas polémicos de este 2015. A su vez, el coche de seguridad se utilizará también en los entrenamientos libres y las sesiones de clasificación siempre que este sirva para evitar una bandera roja. Esta medida de seguridad implementada tras el accidente de Jules Bianchi en Japón promete tomar mucho más peso en esta nueva Fórmula 1.
Precisamente por accidentes como el de Bianchi o el de Fernando Alonso, todos los coches estarán equipados con cámaras de alta velocidad (slow-mo) para recabar datos, además de que los pilotos deberán llevar acelerómetros en sus oídos que serán directamente suministrados por la FIA y que servirán para conocer a cuantas G están sometidas las cabezas en determinados momentos críticos.
Los pilotos que obliguen a abortar el procedimiento de salida o que obliguen a realizar una nueva vuelta de formación deberán salir desde el pit lane, mientras que se está discutiendo que Pirelli pueda probar sus neumáticos de 2017 en 12 jornadas de test repartidas durante el próximo año. Por último, las fábricas cerrarán en verano tan sólo 13 días (anteriormente eran 14) debido a que sólo habrá 17 días entre carreras en lugar de 24.