Mucho se habla sobre el invierno que Lewis Hamilton tiene por delante. La gran forma de Nico Rosberg en las últimas carreras de la temporada, con esas seis poles consecutivas y venciendo los tres últimos Grandes Premios del año disparan las alarmas editoriales, y muchos se apresuran a poner en Lewis Hamilton el esfuerzo para contrarrestar el músculo de su compañero de equipo. ¿Estamos locos?
Los hechos son los hechos, sí, y Nico Rosberg ha ganado los últimos tres Grandes, y ha marcado las seis últimas poles consecutivas después de que Hamilton se coronase tricampeón. Podemos empezar a argumentar basándonos en suposiciones, porque lo es es evidencia, no tenemos. Planteo tres posibilidades: ¿se relajó Hamilton después de firmar el tricampeonato? ¿Se amoldó Hamilton (consciente o inconscientemente) a una estrategia de equipo para conseguir el doblete final? ¿Resurgió Rosberg, aplastando a su compañero en igualdad de condiciones?
Todas las posibilidades son factibles, pero para un servidor, la más realista es la segunda. ¿Por qué iba Hamilton a desinflarse pudiendo terminar el año como campeón, pero imbatible? ¿Por qué iba Rosberg a destacar tan estupendamente una vez que Hamilton consiguiese el título?
De las palabras entre paréntesis, en la segunda posibilidad, he de decir que Lewis pudo haberse amoldado a esa estrategia sabiendo que existía, o bien pudo ser, simplemente, un piloto que de repente no se encuentra del todo cómodo en el coche, al que le falta algo para terminar de tener una puesta a punto redonda. Esto ya sería entrar en el terreno de las conspiraciones y no me gusta mucho, así que mi voto se va a la posibilidad dos pura, es decir, el equipo al completo se volcó con Nico Rosberg para conseguir el subcampeonato, y eso sí, con la llave en manos del propio Nico: si él llega a fallar, Hamilton se lo habría comido sin contemplaciones.
Para 2016, ¿debe prepararse especialmente Lewis Hamilton?
Creo que no más de lo que se ha preparado para 2015. En este presente año ha ganado el campeonato con más facilidad, si eso se puede decir así, que en 2014, cuando llegaron ambos compañeros con el título in albis a la última prueba del año, que además tenía doble puntuación. Este año, a Hamilton le «sobraron» tres carreras. Sí es cierto que para Rosberg este invierno empieza a tope de motivación, y que esta próxima campaña va a ser una más dura, se espera, a medida que los años pasan y sus posibilidades de ser campeón del mundo… pasan.
Pero para Lewis Hamilton, si existe motivación va a ser por conseguir su cuarto título mundial, no por «ponerse a la altura de Rosberg». Esa es, al menos, mi forma de verlo. No tendría sentido que un triple campeón del mundo se fijase y pusiese como referente al (hasta ahora) eterno aspirante. No sería razonable. Por descontado que Hamilton conoce los puntos fuertes de Nico (las pole position sobre todo), pero también sabe cuáles son los débiles.
No veo por qué esto iba a cambiar radicalmente, por lo menos en cuanto a enfoque, en 2016.