Podría limitarme a copiar y pegar, tal y como parece haber hecho Pirelli con su nota de prensa, el post que escribí hace unos días cuando se desveló la elección de compuestos para el primer Gran Premio de Fórmula 1 de la temporada 2016, pero la decisión de la casa italiana de usar exactamente los mismos neumáticos en las tres primeras carreras del año merece un esfuerzo mayor. Aunque sólo sea por quienes nos leéis.
Bien, como os digo, da igual Albert Park, Shanghái o Sakhir. Semiurbano o permanente, frío o calor, ¿qué importa? Los equipos de Fórmula 1 tan sólo tendrán que lidiar con los mismos tres compuestos, superblandos, blandos y medios, hasta que el Gran Circo llegue a Europa (si es que podemos considerar a Rusia como tal). Bien es cierto que de la gira asiática inicial ha desaparecido Malasia, donde se solían ver compuestos más duros, pero de golpe y porrazo queda simplificada la tarea de quienes debían elegir neumáticos antes siquiera de poner los monoplazas en pista durante los entrenamientos de pretemporada. Por supuesto que se verán variaciones estratégicas, pero se consigue casi riesgo cero para Pirelli.
¿De qué sirve idear un nuevo reglamento destinado a aumentar la aleatoriedad de las carreras si luego el suministrador principal decide cargarse toda gracia? ¿Le compensa a Pirelli idear un neumático ultrablando tan sólo para tres carreras (Mónaco, Canadá y Singapur)? ¿No veremos cambios en el surtido de compuestos hasta que comprueben qué tal van duros y ultrablandos en los coches de 2016? ¿Para qué? ¿Por qué?
Foto | Pirelli