Sin duda mi segunda mitad del año ha sido peculiar. Tras sentarme en un World Rally Car por los bosques finlandeses en agosto, cumplir uno de mis sueños al conducir el mítico Mustang e incluso hartarme de derrapar sobre tierra con un Golf R tracción total de 300 CV, no sabía qué me iba a encontrar en el test organizado por los promotores de la Copa Kobe durante el pasado lunes en el circuito propiedad de Zarzuela Racing School situado en Arroyomolinos.
Lo cierto es que los apenas 70 CV de potencia y las contenidas dimensiones del Toyota Aygo me pusieron en algún que otro apuro, confirmándose lo que escribí hace meses: es la mejor forma de empezar con los pies en la tierra. Y es que a pesar de su escasa potencia (no está mal si tenemos en cuenta que baja de la tonelada el peso del conjunto), el estar hablando de un coche de tracción delantera y unas inercias y distancia entre ejes que en teoría no ayudan a la hora de derrapar, el Aygo te permitía aprender más en unos minutos que otros coches que otros modelos con más recursos.
Es eso lo que pretendían los responsables de esta iniciativa cuando la crearon. En palabras de Alberto Dorsch, responsable del Concesionario Kobe, se buscaba hacer una copa inspirada en el pasado. La Copa Panda, el Reto KA, incluso el Volant RACC o las actuales Stark Box o Dacia siguen esta misma filosofía: coches con poca potencia, igualdad mecánica y que los pilotos tengan que sacar el tiempo por técnica, instinto o valor.
El Aygo es uno de esos coches que engañan. Con los inestimables consejos del campeón madrileño de tierra y piloto de la unidad laboratorio, Isaac Vera, te encontrabas en apenas unas curvas colocando el pequeño modelo japonés a golpe de pie izquierdo y la diversión, en un circuito cerrado se multiplicaba exponencialmente. Obviamente, cuando nos tocó sentarnos en el asiento del miedo, el derecho, para ver cómo realmente se hace, Isaac nos demostraba cómo se lleva realmente al límite y con una conducción algo más espectacular que efectiva. Precisamente este último punto hay que tenerlo muy en cuenta.
En 2015 la confirmación, en 2016 la ilusión:
José Calvar, ganador de la primera edición de la Copa Kobe asimiló muy pronto que para que salieran los tiempos había que trazar de la forma más limpia posible. De no ser así, los segundos se escapan entre los dedos de la mano y tal vez dejes una sonrisa entre los aficionados, pero te será imposible luchar por los puestos de cabeza en una categoría tan competida. En 2016 promete ser aún más la presión, con la llegada de hombres como Alberto Otero y la previsible continuidad de algunos de los protagonistas de la primera edición, entre los que se encontraban Aritz Iriondo, Óscar Bueno (que todavía está cerrando presupuesto) o Javier Pardo.
Precisamente la próxima campaña promete estar llena de ilusión. En Kobe han hecho un mayor esfuerzo y han cambiado los neumáticos Pirelli por unos Michelin que permiten alguna alegría más con el eje trasero (haciendo el coche menos subvirador). Manteniendo sobre el papel el programa de seis pruebas encuadradas dentro del CERT y con prácticamente la totalidad de las 20 unidades disponibles vendidas, la gran novedad estará en los premios. Isaac Vera se encargará de desarrollar el Toyota Auris con motor turbo que se espera que ronde los 140-155 CV de potencia y con el que se recompensará al ganador de la Copa en 2016 en forma de programa semioficial para 2017 en 6 pruebas del Nacional de Tierra.
Será el segundo año de un proyecto que nació con el objetivo de ser a tres años y que en 2015 tuvo la confirmación del trabajo bien hecho. Sin apenas preparación específica e incluso con neumáticos usados, el Aygo fue capaz de pegarse sobre el asfalto con los Dacia Sandero con Eva Costas al volante (copiloto de José Calvar) en el pasado Rías Baixas, algo que demostraba la calidad del producto y la posibilidad de llevarlo a otros terrenos para los que fue creado. Con una fiabilidad impecable durante toda la temporada, ha sido sin duda una de las revelaciones del año y con el atractivo del Auris como premio promete darnos grandes momentos en 2016.