Entiéndase este escrito como un complemento al artículo publicado poco antes por mi compañero Fernischumi y a la noticia de la cancelación de la primera etapa de la edición 2016 del Dakar. Tengo tantas ganas como todos vosotros de que comience la carrera, de ver dunas, de ver minutadas y en general, presenciar épica sobre ruedas. Pero entiendo totalmente la decisión de la organización este domingo.
El Dakar siempre será una carrera en el punto de mira de mucha gente. Por su peligrosidad, por su coste tanto económico como ecológico, por suponer una exhibición de opulencia en algunas regiones aún por desarrollar… Da igual. Debe cuidar su imagen más que cualquier otro evento deportivo. Y si alguien pretendía que tras acabar la edición 2015 con polémica por lo ocurrido en Uyuni con las motos, perder el apoyo económico de Chile y sufrir un accidente grave el primer día de competición se diera la salida a una etapa sin asegurar la disponibilidad de toda la caravana de seguridad (helicópteros en especial), desde luego no está en sus cabales.
Por muy desastroso que sea el recorrido y por mucho que vayan a afectar las lluvias a este Dakar 2016, la prueba debe más que nunca transcurrir con normalidad, aún a costa de perder dureza. Me jode, pero es así. ¿Qué gobierno va a estar dispuesto en 2017 a financiar la salida y la llegada de una prueba así si este año se acumulan los incidentes? Ni en Sudamérica, ni en Sudáfrica, ni mucho menos en el Magreb o la Península Arábiga.
Claro que como me dicen algunos amigos en privado esto es como en Fórmula 1, que no se quieren carreras en lluvia para que no ganen outsiders. Es lógico que los pilotos de X-Raid, por mucho 4×4 que lleven no quieran disputar una etapa en las condiciones que se han visto hoy. Y por supuesto que la crecida de los ríos hubiera complicado la vida a muchos. Pero en este caso me temo que hay que mirar un poco más de lejos el panorama. Se corta la rama para salvar el árbol.
¿Algún purista aún en la sala? Te mandaría a disfrutar de la Africa Eco Race (yo también la sigo de lejos, ojo), pero tanto tú como yo lo sabemos: no es lo mismo que el Dakar de toda la vida, aunque simule su recorrido. Por cierto, allí también hubo que retocar la primera etapa por problemas con los ferries que debían llevar la caravana a Marruecos. En todos lados cuecen habas.
Foto | Red Bull Content Pool