Son pocos, pero muy bien avenidos. Este año nuestro contingente desplazado al Dakar prometía luchar por conseguir la gloria en las principales categorías dentro de los coches y no han defraudado a pesar de que la jornada de ayer, primera etapa propiamente dicha de la edición 2016, nos deparara una sensación un tanto agridulce. Especialmente en el caso de Carlos Sainz y Nani Roma.
En cuanto al madrileño de Peugeot, el ritmo está ahí. De no ser por los problemas eléctricos que provocaron el apagón del motor del 2008 DKR16, el madrileño le habría disputado la victoria a su pupilo en el WRC con Citroën. Buena muestra de ello son los tiempos que logró Sainz a partir de su problema, capaz de robarle casi dos minutos al alsaciano nueve veces Campeón del Mundo de Rallyes. Además de decepcionado por la oportunidad perdida, Carlos también se mostraba un tanto aliviado ya que según él llego a pensar “que el Dakar se había acabado” antes de que el motor volviera a la vida por sí sólo.
En el caso de Nani Roma, la situación fue más delicada. El de MINI estaba hasta el fatídico kilómetro 180 luchando por mantenerse en el Top 5, sin embargo, un problema en la zona de barro en la que por decisión propia se cambió de trayectoria para evitar el público, terminó en una larga cruzada que llevó al catalán y a su copiloto Álex Haro a quedar atascados durante más de 40 minutos y perdiendo así parte de sus opciones de victoria. El All4 Racing de Nani no era el único de los MINI que se cruzaba en esa zona. Terranova también hacía lo propio e incluso casi colisiona con Roma y Boris Garafulic minutos después también se quejaba de lo mismo.
La explicación, además de maniobras inteligentes como la de Sainz que se subía a la hierba para tratar de buscar más tracción, puede estar en diversos factores técnicos. El propio Garafulic achacaba a cuestiones como el tarado de los diferenciales o al reparto de pesos (el MINI lleva motor delante y el Peugeot detrás) para explicar la extraña tendencia de que el 4×4 construido por el equipo alemán se quedara atrapado en el barro y un tracción trasera como el 2008 DKR pudiera pasar. Sin embargo, hay otras ventajas reglamentarias que tienen los buggies como la altura respecto al suelo, la posibilidad de tener 700 kg menos o los neumáticos específicamente construidos para ellos (taco y ancho especial) que les permitieron atravesar esta misma zona con la agilidad de un tracción total.
Si bien, todavía quedan muchas etapas como para decir que Roma se despide de la lucha, en el caso de Xevi Pons, la hora y media perdida ayer empaña su gran inicio, siendo tercero en la etapa prólogo ante la sorpresa de propios y extraños. Al Campeón del Mundo de SWRC se le sumó el tiempo perdido en el barro al de la rotura de la caja de cambios de su Ford Ranger en los últimos 30 kilómetros de especial. Afortunadamente acudieron a su rescate y pudo terminar la etapa con la sonrisa de un rookie que sabe que lo está haciendo bien y que se siente a gusto en este tipo de pruebas.
Y diréis: ¿dónde están las buenas noticias entonces? Pues en nuestros otros dos representantes. Nuestro particular Monsieur Dakar Xavi Foj y el novato Rubén Gracia. En el caso de Foj, la categoría T2 este año parece un mano a mano entre él y Nicolas Gibon. Con Mitsuhashi disputando la prueba en motos, ayer ya se pudo ver la veteranía y serenidad de Xavi en pista y la ventaja que sacó sobre el francés se vio incluso ampliada un minuto más después de que a Gibon le pillaran por exceso de velocidad. En total, le metió siete minutos que podrían haber sido más si Foj no se hubiera detenido a ayudar sacar del fango a uno de los pilotos de Overdrive (Toyota). En cuanto a Rubén Gracia, a pesar de que no consideraba que fuera una gran etapa, por algunos problemas también en la zona de barro, el de Mitsubishi España conseguía meterse segundo clasificado en T3, dejando un buen sabor de boca en el que está siendo el primer Dakar para el Campeón de España de TT.