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Temporada 2016; últimas vueltas para la clase del 2000

Cuando los recuerdos son más fuertes que las esperanzas o cuando hay más alegría en el pasado que en el futuro, entonces es momento de retirarse. Es una ley no escrita de la vida, aplicada forzosamente en los deportes, que los veteranos hagan un paso al costado y dejen avanzar a la juventud que empuja con bríos. La próxima temporada representará un episodio critico para las agonizantes carreras de Jenson Button, Felipe Massa, Kimi Räikkönen y Fernando Alonso; quienes han estado por más de una década en la Fórmula 1 y que asumieron el relevo de aquella generación liderada por Michael Schumacher, Damon Hill, David Coulthard, Jean Alesi, Rubens Barrichello, Mika Hakkinen, Jacques Villeneuve, Olivier Panis y Eddie Irvine.

Los nombres están allí, pero lejos están los jóvenes que llegaron a la Fórmula 1, esos permanecen solo en recuerdos y en archivos audiovisuales. En 2016, cinco Juegos Olímpicos y cuatro Mundiales de Fútbol habrán transcurrido desde el año 2000, lo que concede una idea del tiempo en escena que llevan tales pilotos, cuyas reales aspiraciones parecen estar orientadas a negar sus edades y a no aceptar la idea de que su protagonismo en pista pasó a ser secundario desde hace rato.

En lo personal, entiendo que observar el retiro de un deportista al que se idolatra suele resultar traumático, una sensación de vacío y orfandad puede manifestarse por un buen tiempo, pero es una ley natural que debe aceptarse tal como es, porque ocurrirá de forma irremediable. Button debutó en el 2000, tanto Alonso como Ráikkönen en el 2001 y Massa en el 2002; todos vienen de una época en la cual el internet estaba en pañales, al igual que los teléfonos inteligentes y la tecnología híbrida. Ahora sobrepasan los 34 años de edad y es evidente que les cuesta seguirle el ritmo a los pilotos que en este momento marcan la pauta.

Ciertamente, Button, Alonso y Räikkönen se alzaron con el título, y Massa fue subcampeón, pero ninguno de ellos ha ganado una carrera en los últimos dos años, incluso Massa va para ocho sin celebrar una victoria. Entonces cómo alimentar expectativas si esta nueva Fórmula 1 se sustenta en una tecnología tan compleja que apenas cuatro pilotos han podido subirse a lo más alto del podio. Aunque se debe destacar que los veteranos están en muy buenas escuderías, pero en realidad están lejos del rendimiento que alguna vez llegaron a exhibir, por ello resulta absurdo creer que «mejorarán» en los años por venir.

También se debe analizar que más allá de sus actuales equipos no se observan otros caminos; es el último tren que pasará por sus respectivas trayectorias ya que a estas alturas es muy poco lo que se espera de ellos. Button acumula 287 grandes premios, Alonso 254, Räikkönen 217 y Massa 206, todos relativamente lejos de la marca de Rubens Barrichello, quien disputó 323 carreras en sus 18 años de actividad y que inclusive enfrentó durante muchas temporadas a estos cuatro pilotos que sobreviven al relevo generacional de aquel entonces.

Aunque el contrato de Alonso con McLaren caduca al final de 2017, estadísticamente hablando, su actuación de 2015 deja muchas dudas sobre sus perspectivas inmediatas ya que resultó el que menos puntos alcanzó entre los veteranos. En contraste, Räikkönen y Massa experimentaron mejorías con respecto a 2014, asegurando muchos puntos para sus equipos, lo que les valió la renovación por otra temporada, cuando muchos apostaban por sus retiradas. En tanto McLaren decidió continuar con Button desechando las opciones de jóvenes pilotos como Kevin Magnussen y Stoffel Vandoorne, una decisión que da mucho para pensar.

Pero por otra parte, los números reflejan, y ya lo he expresado con antelación, que Lewis Hamilton y Sebastian Vettel desbastaron todos los anhelos de esta generación del 2000, tanto que en menos de diez años ambos ostentan logros que desmoralizan a todos los demás; y todavía siguen en ascenso. Pensar que la respuesta para contener el avance del inglés y del alemán la poseen rivales desgastados es estacionarse en el pasado solo para negar la realidad.

La generación del 2000 seguirá apagándose porque es ley de la vida, La próxima temporada será el último cartucho, pero no apuntarán al campeonato, tal como lo hacían cuando eran jóvenes ansiosos de gloria. Sus objetivos son otros: podios, lograr la mayor cantidad de puntos posibles, plantearse un desafío con el compañero de equipo o intentar sobrevivir otra temporada para demorar el inminente retiro. Cualquier cosa que sea alcanzable es la meta cuando las ambiciones ya no pueden volar tan alto.

Sin embargo, innegable es el hecho que Jenson Button, Fernando Alonso, Kimi Räikkönen y Felipe Massa han brindado grandes emociones a lo largo de todo este tiempo, tal reconocimiento debe otorgarse mientras estén en actividad. Aunque si existe un factor común para todos ellos es el hecho de maravillar en sus primeros años, fomentando las ilusiones entre sus partidarios, creyéndolos unas leyendas en pleno desarrollo, pero al final del camino tal vez sean recordados por todo aquello que nunca pudieron llegar a ser.

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Humberto Gutiérrez

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