En una primera semana muy alterada por la climatología era lógico que el caos se apoderara del Dakar 2016, pero casi peor ha sido el vaivén de las decisiones de dirección de carrera. Ello complica mucho el seguimiento de la carrera a los aficionados y por supuesto nuestra tarea en Diariomotor Competición, por mucho que hayamos intentado manteneros al tanto de las sanciones que iban apareciendo y desapareciendo.
En una carrera de nivel mundial como es el Dakar no es de recibo que los ganadores de etapa cambien seis horas después de finalizar la especial (ha pasado tanto en motos como en quads), que hasta dos días después no se impusiera una hora de sanción a Robby Gordon, o que más de 48 horas después y sin explicación alguna se decidiera retirar algunas de las penalizaciones de motos del lunes, como es el caso de la de Laia Sanz.
Ojo, me parece genial que sean tan estrictos como sea posible con los excesos de velocidad en poblado. Como dije en otro artículo, es clave que esta edición se desarrolle con cierta normalidad y causando las menores molestias allá por donde vaya, y ello incluye respetar las poblaciones por las que transiten. Pero una mayor celeridad (un exceso de velocidad es o blanco, o negro; no hay mucho que juzgar) o transparencia (¿alguien sabe por qué dan por buenos los tiempos del último WP ayer para la motos? O en el caso de las apelaciones, para saber por qué desaparecen algunas penalizaciones) no estaría de más.
Foto | Red Bull Content Pool