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Cuando hay santos nuevos, los viejos no hacen milagros

El artículo anterior, que refería al probable retiro esta misma temporada de los pilotos más veteranos de la parrilla, me permitió observar varios tipos de reacciones, unas tan irracionales como negar los efectos del tiempo o dejar de leer, cuando asomé el probable adiós de Fernando Alonso de la Fórmula 1. Tales posturas, muchas sustentadas desde la histeria y el pánico al perder un fetiche, no resultan novedosas; pero se debe entender que la dinámica del relevo generacional, inquebrantable y necesaria en todos los deportes, obligará a que ocurran los cambios este mismo año.

El retiro de un piloto o de un atleta al cumplir un ciclo es un suceso habitual y no debería representar trauma alguno para el seguidor de alguna disciplina deportiva o categoría automovilística durante varios años. En este caso, la Fórmula 1 continuará su avance tal como lo ha hecho desde su instauración. Sugerir el retiro de Felipe Massa, Kimi Räikkönen, Jenson Button y Fernando Alonso no debería ser motivo de escándalo, porque más allá de sus actuales capacidades y sus talentos, el mismo sistema que les otorgó la posibilidad de ingresar será el que les pedirá abrir espacios.

La razón más poderosa para sostener mi postura es que, como no se ha visto en años, el final de la temporada 2016 situará en el mercado a numerosos pilotos y tal oportunidad no la dejarán pasar los equipos que aspiran consolidarse a mediano y a largo plazo. Nico Rosberg, Valtteri Bottas, Daniil Kvyat, Max Verstappen, Carlos Sainz Jr., Sergio Pérez, Pastor Maldonado, Nico Hülkenberg, Romain Grosjean, Stoffel Vandoorne, Pascal Wehrlein, Jolyon Palmer, Pierre Gasly, Dean Stoneman, Raffaele Marciello; sin descartar las candidaturas de Kevin Magnussen y de Roberto Merhi; y algún que otro egresado de la Fórmula 2; todos estarán en la vitrina. Así que sobre el papel, para la temporada 2017, van a rifarse un Mercedes, un Ferrari, un Red Bull, dos Williams, un Force India, dos Renault, dos Toro Rosso y un McLaren, sin incluir los monoplazas de Haas F1 y del equipo Manor, o como se llame para tal año.

A estas alturas, indico que suelo debatir cuando los argumentos se manifiestan con respeto y los planteamientos tienen solidez para refutarlos, pero cuando se me acusa porque considero que los veteranos deberían propiciar los cambios para darle dinamismo a lo que está por venir, sin más razonamiento que el apego al pasado, entonces vamos mal. Según la estricta lógica, cuando hay muchos pilotos disponibles en el mercado se privilegia la juventud y la proyección, no es lo que han hecho sino lo que pueden hacer lo que pesa al momento de seleccionar. En tal sentido, me resulta inverosímil la idea de manifestar menosprecio por la sangre nueva por creer que gloriosos pasados se pueden reeditar muchos años después.

También me parece irracional que se manifiesten cruzadas para que esta Fórmula 1 cambie porque les resulta aburrida y predecible, argumentando que siempre ganan los mismos. Pero por ninguna parte se indica que «los mismos», caso Vettel-Red Bull, caso Hamilton-Mercedes, derivan de proyectos con nulos o escasos resultados previos hasta el inicio de sus respectivos ciclos. Para reflexionar además las voces exigiendo que pilotos como Nico Hülkenberg, Carlos Sainz Jr., Sergio Pérez y Max Verstappen corran con material de primera, pero de inmediato se revierte todo el discurso si tal opción pasa por sustituir a Fernando Alonso o a Kimi Räikkönen. Entonces no, así no, que todo siga como está.

Pero confío en aquellos lectores de mente amplia, capaces de entender que en la vida solo vale avanzar y que en los deportes se deben cerrar ciclos para enfocarse en otros ámbitos personales y profesionales, con otras prioridades como las familiares, para generar un debate de altura. De lo contrario, si mis palabras causan rabia, impotencia e incredulidad porque en alguna parte de este universo se encuentra un genio, método, ente, máquina o poción milagrosa capaz de conceder un regreso al pasado, extender la juventud más allá de las leyes naturales o hacer que el tiempo transcurra solo para algunas personas…

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Humberto Gutiérrez

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