Por una vez, al menos desde hace ya una buena cantidad de años, nos enteramos de que Ferrari apostó por su coche durante toda la temporada 2015. Atrás quedan, por tanto, los tiempos en que en algún momento del calendario de Grandes Premios se anunciaba que Ferrari pasaba del coche actual para centrarse en el año siguiente, síntoma de que las cosas no iban bien y un motivo más para el pesimismo de los aficionados. En 2015, el SF15-T siguió con su desarrollo hasta el final, retrasando por tanto el trabajo en el coche de 2016.
Que se hayan retrasado los trabajos no significa que en Ferrari no hayan trabajado. A pesar de ser algo obvio conviene aclararlo, porque no debemos creer que en la Scuderia partirán de una posición menos ventajosa de la que disfrutaban en noviembre con respecto a su competencia. Lo que significa es que este 2016 no conlleva cambios estructurales radicales en ningún área, y por tanto el jugo que le queda al SF15-T es una buena base de partida para encajar el resto de novedades de cara a la campaña que comenzará en marzo. Esto es lo que comentaba Sergio Marchionne:
Maurizio les dirá que retrasamos algunas cosas para tener terminado el coche de 2015 […] Empujamos el inicio de algunos de los trabajos para los coches ’16 en el chasis, pero los retrasamos luego un poco. Sin embargo hemos tenido suficiente tiempo y recursos financieros suficientes para hacer lo correcto, siguiendo el reglamento, así que estoy seguro de que ofreceremos un buen reto a Mercedes. Nuestra aproximación al coche 2016 parte de una idea muy clara y una interpretación muy clara [del reglamento]. [Por otro lado] es increíblemente improbable que no suponga [el coche de 2016] un gran reto para Mercedes. Para mí, decir si va a ganar o no sería muy osado.
Mercedes seguirá siendo, sí o sí, el coco de 2016. En 2015 su coche progresó, y eso solo significó un nuevo título de constructores y pilotos, por mucho que Ferrari consiguiese 3 de las 19 victorias posibles. Ya hemos hablado mucho del progreso relativo de Ferrari, es decir, de cómo progresó realmente desde el coche de 2014 para ser más competitivos (y lo consiguieron), pero de cómo se benefició del bajón de rendimiento, sobre todo, de Red Bull por causa de su drama particular con Renault. El mérito del SF15-T está ahí con esas tres victorias de Sebastian Vettel, y es de esperar que 2016 sea un mejor año para la Scuderia, que lleva ya una sequía importante desde su último título mundial.
Por cierto que este retraso en el coche de 2016 no ha de afectar en nada a la escudería Haas F1, que desarrolla su propio coche y que solo recibe de Ferrari la unidad de potencia, cosa que cambiará más bien poco de cara a la temporada próxima (salvo la evolución natural).
Vía | Autosport
