Los días 25 y 26 de enero, la Fórmula 1 volverá a la acción con unos test de neumáticos en el circuito de Paul Ricard. El objetivo es dedicar las dos jornadas a probar neumáticos de agua, algo que Pirelli ha insistido que era necesario si que quiere aumentar la seguridad, además de las posibilidades de ver a los coches compitiendo bajo la lluvia. Ferrari, McLaren y Red Bull tomarán parte en estos test y la FIA por su parte se asegurará de que estos equipos no saquen ninguna ventaja.
Es evidente que el hecho de poner un coche a pista siempre da ventajas. McLaren, por ejemplo, pondrá en pista a Stoffel Vandoorne, aprovechando una jornada de test sin ningún interés técnico para ellos para dar kilometraje a su joven promesa de futuro. Además, para estos tres equipos, la experiencia que saquen usando los neumáticos que podrían parecerse a los futuros compuestos intermedios y de agua será ya un importante beneficio.
No obstante, la FIA se compromete a posicionar observadores en los garajes de los equipos para que por lo menos, puedan asegurarse de que estos no prueban nada nuevo ni buscan darle la vuelta al test. Las órdenes las dará Pirelli -de forma parecida al test de Abu Dabi el pasado diciembre- y los equipos deberán acatarlas. De hecho, la casa milanesa ya ha anunciado que los coches deberán rodar en especificación 2015 y que no se permitirá trabajo de reglajes.
Una vez finalizado el test, los resultados se compartirán con todos los equipos aunque se hará de manera que los datos sobre tiempos en cada sector serán anónimos. Aunque los datos estarán disponibles para todos los equipos, no se especificará a qué equipo pertenecen. En cuanto a Ferrari y Red Bull, no hay aún confirmación sobre qué pilotos se pondrán a los mandos de los monoplazas.
Vía | Motorsport.com