Si eres observador, no será ninguna sorpresa para ti saber quién es el piloto que rueda en un F3 en el campeonato EuroSeries de la especialidad. Se trata de Sebastian Vettel en la temporada 2006 del certamen mientras escalaba los peldaños requeridos para llegar a la Fórmula 1. En ese momento también era piloto de pruebas de BMW, pero la temporada anterior protagonizó momentos gloriosos junto con otra joven promesa de futuro para la Fórmula 1: Lewis Hamilton. En el vídeo que vamos a ver tenemos un montón de claves para tener carreras que, literalmente, te levanten del asiento por la emoción.
Poco importa que sea un vídeo de nada menos que una década, ni que sepamos que, efectivamente, los dos jóvenes que salen luchando suman siete títulos mundiales a día de hoy. El vídeo nos traslada a una carrera de coches, una carrera de verdad en la que son los pilotos los que ponen la diferencia (aunque esto es siempre discutible, hasta en la F3),o al menos ponen un porcentaje mayor de influencia en el resultado final del que podemos esperar en F1.
El líder de dicha prueba, por cierto, no es otro que Giedo van der Garde, otra promesa con mucha calidad en sus manos, que finalmente ya sabemos que no consiguió cuajar en la categoría reina.
Las claves parecen claras: grandes pilotos, un circuito interesante, lluvia y muchas dosis de tenacidad. Como es lógico, no podemos decir que la F1 no disponga de las cuatro claves, pero como el debate sobre qué hacer con los coches de forma que permitan más acción parece eterno, qué mejor que revisar alguna carrera clásica de F3 para entender que, a nosotros como espectadores, lo que nos gusta más son las acciones, la emoción, el «uyuyuyuyuyuy», levantarnos de la silla y quedar satisfechos después de unos minutos de adrenalina a tope. Que sí, que la tecnología mola, pero la tecnología sin luchas enconadas nos la trae bastante al pairo.
Al menos eso creo yo.
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