En la década de los noventa, la trayectoria profesional del piloto canadiense apuntaba hacia niveles extraordinarios. A los 24 años ganó las 500 Millas de Indianápolis y fue campeón de la Serie Cart norteamericana. Posteriormente se trasladó hasta la Fórmula 1 y en su primera temporada fue subcampeón, alcanzando el título un año después, en 1997. El hijo del mítico Gilles Villeneuve parecía destinado a escribir páginas gloriosas, pero a partir de su campeonato todo fue cuesta abajo y sin frenos. Ahora, en la Fórmula E, Jacques Villeneuve reflexiona sobre sus experiencias en la competición y su deseo por no colgar el casco hasta reencontrarse con el éxito.
Atrás ha quedado aquel joven irreverente y arrogante que irrumpió en la Fórmula 1 para rivalizar directamente con Michael Schumacher. Ahora, con 44 años de edad, Villeneuve recuerda su retiro de la Fórmula 1, en 2006, como si hubiera sido ayer. También sus esporádicas participaciones en Nascar, en diversas categorías de Stock Car, y su papel de comentarista para la televisión finlandesa. Pero, como él mismo admite, la pasión por correr le resulta irresistible, por ello regresó a las pistas para disputar el presente campeonato de Fórmula E.
El nombre de Jacques Villeneuve destaca entre los pilotos inscritos porque es el único ganador de carreras en la Fórmula 1 y además campeón. No obstante, el canadiense admite que la categoría eléctrica es un mundo diferente a lo que experimentó anteriormente. Según su opinión, la Fórmula E no tiene nada que ver con la Fórmula 1 más allá que ambas competiciones sean de modernos monoplazas. Explicó que su retorno a la competición obedece a su pasión y no por otras razones, ya que le resultaba frustrante observar las carreras por televisión, así que no pudo negarse a la oportunidad que le ofreció el reconocido actor Leonardo DiCaprio, quien es co-propietario de Venturi.
Nunca he renunciado a competir; soy un piloto de corazón. Necesito las carreras. Los fanáticos reaccionan de forma diferente cuando me observan. Algunos consideran que es fabuloso que esté en la Fórmula E, pero otros no están de acuerdo, me ven como un traidor a la Fórmula 1. El año pasado observé la Fórmula E y pensé que sería divertido, luego contacté a los representantes de Venturi. Realicé una prueba en Le Castellet y dos días después firmé para correr. Tengo que aprender mucho porque mis principales sensaciones son de Fórmula 1 de una época donde no había coches híbridos. En la Fórmula 1 de antes siempre había que correr al límite y yo fui un poco loco y estúpido, pero ahora todo en la categoría es tan diferente que no tiene sentido para mí.
Vía | speedweek
