Una de las grandes incógnitas sobre la temporada 2016 de Fórmula 1 es ver de lo que es capaz el equipo Renault en su año de retorno a la categoría reina en calidad de equipo oficial. Lo hace sobre la base de Lotus, que en 2015 utilizó motores Mercedes y en 2016 volverá -lógicamente- a los propulsores franceses. Por ahora, Cyril Abiteboul ya avisa que tendrán bastante más presupuesto ahora que el año pasado cuando el equipo era conocido como Lotus.
Y debe ser un descanso para toda la escudería, puesto que en las últimas carreras del año, los impagos hicieron que en muchos casos los trabajadores no tuvieran acceso a los garajes, a los coches, a los motorhomes, a los hospitalities… un final de año complicado para todos ellos. Como también será complicado el inicio de 2016 a nivel técnico. El coche de la próxima temporada empezó su diseño pensando en el uso de un motor Mercedes así que el cambio trajo alteraciones inesperadas con las que habrá que lidiar.
El propio Abiteboul apunta a que la Fórmula 1 actual ha llegado a un punto donde no es atractiva para los fabricantes a menos que puedan controlar todo el coche. De otra forma, el equipo puede culpar fácilmente al motor y la reputación de la marca queda dañada, como sucedió en el caso de Red Bull -puede que la excepción sea Honda pero sus resultados no la avalan-. Parte del problema es que invertir dinero en el chasis es hoy por hoy más fácil que invertir en la unidad de potencia.
Por ello, evolucionar la aerodinámica es físicamente más fácil que evolucionar un motor con falta de potencia -aunque haya que usar más dinero para ello-. Pero en cualquier caso, Renault no pone su mirada en el 2016 sino que lo hace en el año siguiente. Son conscientes de que para ganar, no se pueden intentar imposibles. El próximo año servirá para reforzar su posición, volver a aprender «como montar en bici» e intentar volar en 2017 con las nuevas normativas técnicas. No es imposible pero… ¿lo harán?