Stefan Johansson fue uno de los pilotos más destacados de los años 80 en la Fórmula 1, llegando a pilotar para equipos como Ferrari y McLaren y aunque no ganó ni un gran premio, fue siempre considerado como un piloto sólido. Aunque a primera vista su diseño de casco no parece ser especialmente único, los detalles cuentan una historia totalmente distinta. Además, es uno de los primeros pilotos en competir en la Fórmula 1 con varios cascos totalmente distintos.
Stefan Johansson comenzó su carrera deportiva en la Fórmula 1 en el equipo Shadow con dos infructuosos intentos de clasificar el coche. Lo hizo con un diseño claro con fondo blanco y detalles rojos en la parte superior del mismo. Se trataba de un diseño muy básico que no destacaba por nada en particular. La historia del mismo se remontaba a sus primeros años en el mundo de las carreras y sin demasiado motivo por la elección de colores.
Tras volver a la Fórmula 2 para seguir labrándose un futuro, Johansson cambió su diseño, pasando a usar un casco completamente negro, tan falto de decoración como de historia. Lo usó durante las temporada de 1981, 1982 y 1983 en lo que fue su retorno a la Fórmula 1, realizando su debut ‘real’ con Spirit, consiguiendo clasificar el coche. Su segundo diseño, tan anónimo como el primero, se mantuvo apenas unas carreras y para 1984 estrenó su diseño final.
Ese último diseño combina sus dos colores básicos anteriores, con el blanco como color predominante y el negro -o azul oscuro, según el diseño- en el lateral y la trasera de la parte inferior. En la zona superior, la «coronilla» en color azul confía en esa idea que tan utilizada fue a lo largo de los años 80 y 90, evocando ese cielo azul que cubre las cabezas de pilotos, aficionados y personal del equipo.
El toque de color lo dan inicialmente unas líneas amarilla y azul que se reparten en las zonas oscuras de su casco, siempre acordándose de su Suecia natal. A lo largo de su carrera deportiva, estos dos colores van tomando distinto protagonismo hasta el punto que en años recientes, el piloto sueco ha llegado a usar un casco con base blanca y los colores azul y amarillo como únicos detalles, olvidándose del negro.
El otro detalle es el de las tres hojas con la punta hacia abajo en tres tonos de verde distintos en ambos laterales del casco. Muchos aficionados ignoran el significado de un «logo» que es a día de hoy representativo del piloto. Su padre, el también piloto Roland Johansson, recibió el sobrenombre de «Gran hoja» y cuando Stefan decidió empezar a correr, naturalmente la tradición le llevó a usar el sobrenombre de «Pequeña hoja».
Las hojas vienen precisamente por esa historia familiar y aunque empezaron en color verde, con el tiempo acabaron siendo de color azul en sus cascos más recientes y hoy en día son el logo más reconocible de Stefan Johansson. Un casco histórico y un piloto que no tuvo reparos en seguir una concepción muy moderna y cambiarlo a lo largo de los años, más allá de los patrocinadores que cubrieron el diseño en los distintos equipos en los que militó.
