La llegada de las cabinas cerradas a la Fórmula 1 podría estar más cerca que nunca y podría acabar dándose tan pronto como en 2017. De hecho, según la encuesta realizada por la propia GPDA -la asociación de los pilotos de gran premio- a los propios competidores, 2017 sería la fecha límite para ellos. Es una opinión compartida por la mayoría de pilotos, que entienden que la seguridad es lo primero.
El concepto que los pilotos quieren que se instale en los coches es el propuesto inicialmente por Mercedes, llamado «halo» por su similitud con el angelical símbolo. Este protegería a los pilotos de piezas más voluminosas como con el caso de Justin Wilson pero no perjudicaría en demasía la visibilidad. Evidentemente, a día de hoy sería imposible evitar que tuviera un mínimo impacto en la visión del piloto aunque se estima que este será muy reducido.
Según Alex Wurz, presidente de la GPDA, los últimos test han ido bien y no ve ningún motivo por el que debería retrasarse su uso en la Fórmula 1. El austríaco espera que esta misma semana llegue la luz verde a nivel técnico para que pueda seguirse adelante con la implementación de un sistema que será una verdadera revolución para la categoría reina, por lo menos a nivel visual.
Este mismo viernes habrá reunión entre la FIA y la dirección técnica de la Fórmula 1 y se espera que en esta se hable del tema. Si todo va como los pilotos esperan, la entrada de los «cockpits cerrados» -que no serían realmente cerrados- se daría ya en 2017. Aunque se requieren ciertos cambios estructurales en los chasis, con un año por delante los equipos tendrán tiempo suficiente para adaptarse.
Vía | Motorsport.com
