Considerado el piloto más desafortunado que haya participado en la Fórmula 1, el inglés, hoy con 54 años de edad, suele referirse a su afán de correr en la categoría, con la escudería Andrea Moda, como uno de los episodios más traumáticos de su vida. Para la posteridad han quedado fotografías y vídeos de McCarthy padeciendo innumerables calamidades junto a un equipo que también es descrito como el más desastroso de cualquier época.
McCarthy publicó hace algunos años su autobiografía: Flat Out, Flat Broke, allí relató cómo su obsesión por llegar a la Fórmula 1, a cualquier costo, le llevó a soportar la pena que representó Andrea Moda, esa nube negra que le estigmatizó para siempre ya que le cerró muchas puertas, porque a pesar de no ser el único piloto que estuvo en el equipo, por lo regular cuando se habla de Andrea Moda de inmediato se asocia únicamente con su imagen. Lo más fascinante para McCarthy es que todavía, a más de diez años de publicar el libro, las personas siguen preguntando por su etapa en Andrea Moda y sus razones para inmolar su carrera de esa forma.
Era un nuevo equipo de Fórmula 1 y creí que podría ser una buena oportunidad, pero cuando estaba allí me di cuenta que no tenían idea de lo que estaban haciendo y tampoco tenían dinero. El coche tenía como dos años de antigüedad y los tiempos que registraba eran pésimos. A veces los coches ni siquiera se habían construido minutos antes de iniciar la preclasificación, incluso los motores no viajaban con el equipo y en el caso de Francia, nada de Andrea Moda llegó al circuito.
La historia de Andrea Moda inició con una simple compra y venta, Andrea Sassetti compró el equipo Coloni a finales de 1991 y pretendió correr en la temporada siguiente con los mismos coches pero renombrando al equipo, sin pagar inscripción como nueva escudería y con monoplazas ya registrados. Sassetti se encontró con un panorama complicado cuando tuvo que afrontar no solo los pagos sino también financiar el diseño y la construcción de coches originales. De allí que de forma muy improvisada fabricaran los S921 para competir en Brasil, perdiendo las dos primeras fechas del campeonato.
Mc Carthy, para aquel entonces de 30 años, no tuvo el sentido común para comprender que tras las deserciones de los pilotos Alex Caffi y Enrico Bertaggia, argumentando inseguridad en los monoplazas, más que una oportunidad lo que podría encontrar eran problemas. Y así fue. Ni siquiera tenía la superlicencia cuando se comprometió a ser piloto de Andrea Moda y lo que vino después, cuando el mismo Sassetti ordenó a su equipo que sabotearan el coche para obligarlo a irse, ignorando el ex magnate de la moda que ya no podía cambiar de pilotos en esa temporada, es solo parte de la tragicomedia que identifica a la escudería.
Mi debut en la Fórmula 1 fue muy duro porque hasta el equipo estaba en mi contra. En mi primer Gran Premio establecí el récord del intento de clasificación más corto de la historia ¡Solo recorrí 30 metros!
Entre las desventuras más recordadas de McCarthy, si se acepta como normal que apenas diera un par de vueltas en los entrenamientos libres antes de que su coche fallara por cualquier causa, están: En Silverstone, el equipo montó neumáticos de lluvia cuando la pista estaba seca. En Alemania, lo sacaron a preclasificar con un motor a punto de fundirse. En Hungría, llegó tarde al circuito y apenas faltando 45 segundos para culminar la sesión es cuando lo envían a pista y en Bélgica, su coche tenía la columna de dirección desajustada.
Esa sería la última presentación, tanto de McCarthy como de Andrea Moda, en la Fórmula 1. Sassetti sería arrestado por falsificación de facturas, fraude fiscal y otros cargos. Por ello, y otras razones, la FISA excluyó a la escudería del campeonato y aunque McCarthy fue el famoso piloto incógnito, llamado The Stig, en el programa de la BBC Top Gear, durante los años 2002 y 2003, todavía no ha podido desprenderse de aquellas imágenes que pasaron a la posteridad.
En Diariomotor Competición: Andrea Sassetti condenado a seis meses de prisión por fraude
Vía | toilef1