Si ayer era Perry McCarthy quien volvió a evocar la mala decisión que sentenció su carrera profesional, hoy Stéphane Sarrazin se ha unido al “club de los corazones destrozados”. El francés declaró que hace 16 años atrás creyó en la promesa de Alain Prost, para pilotar en su equipo de Fórmula 1, y por ello despreció la oportunidad que le ofreció Giancarlo Minardi. Cuando todo parecía bien encaminado, se enteró que Prost decidió contratar a Nick Heidfeld y Minardi a Gastón Mazzacane.
No obstante el desaire, Sarrazin se mantuvo como piloto probador de Prost Grand Prix hasta 2001, pero buscó otras alternativas como los Rallys y la Resistencia para permanecer en actividad, categorías donde ha demostrado inmenso talento. Sin embargo, el sueño de participar en un campeonato de Fórmula 1 se desvanecía al mismo ritmo que la escudería de Alain Prost naufragaba.
Ahora, a sus 40 años de edad, interviene en el campeonato de Fórmula E con Venturi y en el Campeonato Mundial de Resistencia con Toyota. Pero confesó que aún permanece en su mente la mala decisión que tomó en 1999 porque tenía la oferta formal de Gabriele Rumi y de Giancarlo Minardi para ser piloto oficial en el año 2000 y no la aceptó porque estaba confiado de correr para Alain Prost, a quien admiraba, en su escudería que para el entonces contaba con los motores Peugeot y con el también piloto francés Jean Alesi.
Yo era probador de Prost y de Minardi. De repente los italianos me llamaron para pilotar en Brasil y luego de la carrera me pidieron que hiciera la temporada del 2000 con ellos. El contrato estaba listo para ser firmado de inmediato. Pero Alain Prost me dijo que no lo hiciera porque contaba conmigo. Fue el error más grande de mi carrera… En ese momento era amigo de Alain, pero antes de iniciar la temporada me dijo que había firmado a Nick Heidfeld porque quería los motores Mercedes. Yo estaba completamente fuera de mí. Me rompió el corazón.
En su reflexión, Sarrazin manifestó que en ese momento tenía 23 años y no disponía de un representante, por tal razón pecó de ingenuo. Seguramente, si hubiera tenido uno, habría firmado de una vez con Minardi y posteriormente negociado con Alain Prost para las siguientes temporadas. Entendió de la peor manera que la ocasión de llegar a la Fórmula 1 es limitada y su suerte brilló con Minardi, pero decidió dar la espalda a lo real para creer en fantasías.
Vía | toilef1