Estaba visto que el nuevo reglamento técnico de la RFEdA para la temporada 2016 dentro del apartado del Campeonato de España de Rallyes de Asfalto iba a hacer temblar la tierra. Así ha sido. El recorte en 50 CV de potencia (por medio de la limitación de la dimensión de la admisión) a los que somete la Federación a los Porsche ha hecho que el deportivo alemán pase de ser un eje sobre el que gira el Nacional a que sea prácticamente desterrado del mismo. El último en partir ha sido el Porsche 911 GT3 Versión 2010 de los hermanos Vallejo, el cual ya ha sido vendido.
Se cierra de esta forma un ciclo, ya que fueron los lucenses los primeros que trajeron un versión 2010 a nuestro campeonato nacional. Tras mucho pelear con la RFEdA, este modelo fue homologado y con él, Sergio y Diego Vallejo se anotaron el título de 2014, siendo Miguel Fuster el que tomaría el testigo con una unidad similar preparada por RMC. Los bicampeones de España ya valoran otras opciones para afrontar la temporada 2016, incluido los nuevos N5 o Maxi Rally Argentinos.
Miguel Fuster y RMC son otros que previsiblemente no competirán este año con uno de los coches de Stuttgart. El preparador leonés vendía hace unas semanas la unidad con la que el alicantino se convertía en pentacampeón precisamente al principal mecenas y valedor de Fuster, Ángel Ramos, patrón de Auto-Laca que lo incluirá a su museo particular. En el caso de la empresa de Roberto Méndez, todavía mantienen al menos 6 unidades del Porsche en su garaje, todas ellas están siendo preparadas para 2016, sin embargo no se espera que ninguna de ellas vaya destinada a competir en el Nacional.
Mientras que no se han hecho públicos los planes de Fuster, el cual ya estuvo tonteando con el Skoda Fabia R5 la pasada temporada, el que está claro que no competirá con el 911 GT3 V.2008 es Iago Caamaño ya que su unidad fue vendida al piloto gallego Víctor López y disputará la próxima campaña con un Ford Fiesta R5 mantenido también por los de Caboalles de Abajo. Daniel Marbán también ha desechado su participación con el Porsche en el CERA 2016, tras haber tenido un rendimiento aceptable en el Rallye Comunidad de Madrid al volante del V.2010 de los hermanos Burgo. El madrileño tratará de hacerse con una unidad competitiva, previsiblemente también se decantará por un R5 después de poner a la venta su habitual Lotus Exige GT-Rallye.
Precisamente los hermanos Burgo también han completado la venta de una de sus unidades que se va para Canarias, mientras que en un comunicado ayer mismo confirmaron que competirán con su otro Porsche 911 GT3 V.2010, aunque al igual que Iván Ares, han dejado claro que el Nacional de Asfalto no es prioridad, menos aún después de conocerse las limitaciones técnicas a las que se someten a los coche germanos. Dos de los grandes animadores de la temporada 2016, los únicos que llegaron a poner en apuros a Miguel Fuster (el cual tuvo un inicio de temporada perfecto) parece que se verán relegados al regional Gallego, ya que el adquirir un R5 se sale de sus posibilidades económicas.
Sobre el papel, salvo alguna salida esporádica de Pedro Burgo (obligado por reglamento obviamente a montar la brida de 41,5mm), no hay ningún equipo que vaya a salir al Campeonato de España de Rallyes de Asfalto con un Porsche. Obviamente, no es algo que tomar a la ligera, ya que estos modelos de tracción trasera han sido los grandes atractivos durante las últimas temporadas de dicha competición. Casi una década después de que los hermanos Vallejo trajeran la primera unidad del nueve-once, es hora de decirles adiós. Tras llegar a ser considerada con sorna, como una particular Supercopa Porsche a la española, los Porsche desaparecerán de nuestro Nacional y tendrán que buscarse un nuevo hogar en los distintos regionales como el Canario o el Gallego (donde en principio no serán ‘capados’) o incluso en tierras de nuestros vecinos portugueses.
El reglamento de la Federación Española parece haber llegado demasiado tarde. No es admisible que se presenten a los competidores la normativa técnica para la siguiente temporada a sólo dos meses del comienzo, como tampoco lo es tantos vaivenes en el calendario. A pesar de que desde la RFEdA consideran justo esta medida para equiparar el rendimiento entre los GT-Rallye y los R5, los pilotos no parecen pensar lo mismo vista tal desbandada después de conocerse este recorte en 50 CV. De no ser así, no sería normal que los participantes que hasta ahora habían confiado en los Porsche dejaran de hacerlo cuando recordemos que un R5 ‘top’ se habla que estaría por encima de los 230.000-240.000 €, el doble de lo que cuestan los Porsche que rondan los 80.000 en su versión 2008 y 110.000 el 997 GT3 Cup 2010
Foto | Vallejo Racing