No se puede decir que Citroën no esté apostando por los jóvenes talentos. Además de seguir suministrando el coche con el que se disputa el Mundial Junior, la promoción de Stéphane Lefebvre al equipo oficial supone un nuevo espaldarazo para los nuevos pilotos que llegan al Mundial de Rallyes. Ahora, la firma de los dos chevrones busca el sucesor del piloto nacido en Nœux-les-Mines con una especie de competición extraoficial dentro del WRC2.
Y es que tal y como decíamos en nuestro artículo repasando las jóvenes promesas del Mundial de Rallyes, en Citroën también quieren saber si la facilidad con la que Quentin Gilbert se hizo el año pasado con los títulos del JWRC y WRC3 fue debida al bajo nivel de sus rivales o a que podemos estar ante un nuevo Ogier o Loeb en potencia. Mientras que Volkswagen sigue a la busca y captura de un piloto germano que dé más retorno publicitario en Alemania, parece que a los galos les sobran las opciones de futuro.
La forma con la que Yves Matton medirá el talento de Gilbert y del resto de pilotos que estarán al volante de un Citroën DS3 R5 esta temporada en el WRC2, será con lo que AUTOhebdo considera como una competición interna y extraoficial, a modo de JWRC, entre dichos participantes. Además del canterano de Citroën, también se espera a partir de Portugal la presencia de Karl Kruuda y Sébastien Chardonnet, el cual volverá al Mundial tras una temporada en el campeonato italiano que dio los frutos esperados.
Sin duda será una buena vara de medir para poner a prueba al piloto oficial de los de Versalles. Ahora el que tal vez se arrepienta sea Quentin Giordano que anunciaba ayer su acuerdo con Sébastien Loeb Racing para competir con un Peugeot 208 T16 R5 suyo en seis citas del WRC2. Obviamente, otros pilotos como Ricardo Triviño tampoco se esperan que sean tenidos en cuenta en dicha competición interna de la que no se conoce todavía si tendrá premios aunque se rumorea que podría ser competir en Gales y Catalunya con un DS3 WRC.
Vía | AUTOhebdo (Edición impresa)