Aunque en la previa a las 500 Millas de Indianápolis 2015 se puso en duda el futuro de la marca japonesa en IndyCar Series, el buen final de temporada de Graham Rahal ayudó a encauzar la renovación del contrato que une a Honda y el promotor del campeonato. Así, esta semana han hecho público un secreto a voces: seguirán suministrando motores y kits aerodinámicos como mínimo hasta finales de 2017.
El brazo armado de Honda en Estados Unidos, Honda Performance Development, está vinculado a la IndyCar Series (o IRL) desde 2003 y durante más de un lustro ejerció como suministrador único, pero su implicación en monoplazas del otro lado del charco se remonta a 1994, cuando HPD empezó a suministrar motores en la CART apenas un año después de su fundación.
Si todo va bien, cumplirán así 25 años compitiendo en monoplazas en EEUU, pues el acuerdo firmado contempla una extensión por tres años más (2018, 2019 y 2020) probablemente sujeta a que las IndyCar Series remonten una visibilidad mediática que sigue sin ser propia del atractivo real que ofrece la competición en pista y, por supuesto, que Honda sea capaz de plantar cara a Chevrolet: en tres de las cuatro temporadas disputadas con guerra de motoristas el título ha sido para pilotos motorizados por los de Detroit.
Foto | IndyCar Series
