Hace unos días, el equipo de Mattias Ekström en colaboración con Audi montaba por segundo invierno consecutivo una especie de show para deportistas vips como Andrea Dovizioso o Danny MacAskill en un circuito sobre la nieve de la estación de esquí de Kitzbühel. Ver un coche de RallyCross deslizarse sobre el blanco elemento con sus más de 560 CV de potencia y su capacidad de hacer sobre asfalto seco el 0 a 100 km/h en poco más de dos segundos, se convierte en algo así como una experiencia religiosa.
Sin embargo, no es la primera vez que se hace este tipo de uniones entre dos conceptos que no suelen coincidir: RallyCross y carreras de nieve. En este caso los pioneros fueron de nuevo Olsbergs MSE, preparador tradicional de los Ford Fiesta ST Supercars y que ha organziado habitualmente lo denominado como RallyX on Ice y que junta a gran cantidad de pilotos escandinavos para competir al volante de los también impresionantes vehículos de la categoría Lite.
Al tratarse de una categoría que suele empezar con la llegada de la primavera (es el Campeonato del Mundo FIA que más tarde empieza en el año) es fácil que los aficionados pierdan el hilo y parte del interés durante el invierno. Es por ello, que se ha puesto de moda lo de coger tu coche de RallyCross de cientos de caballos, ponerle neumáticos de clavos y llevártelo a derrapar a la nieve. Este año, además de repetir EKS RX y Olsbergs MSE con sus respectivos eventos, también se ha sumado Monster y uno de sus pilotos europeos fetiches, Liam Doran.
El británico, con poca fortuna estos dos últimos años del Mundial de RallyCross, se llevó su Citroën DS3 Supercar al circuito sobre hielo dibujado por los organizadores del Gatebil (un macroevento de drifting que se suele hacer también en verano). Por lo que se ve en las imágenes, Doran quemó adrenalina y frustración a partes iguales, tanto que dejó marcada la carrocería en alguno de los largos derrapes. Un espectáculo para los sentidos el ver esta versión del Trofeo Andros con coches de RallyCross y la duda de si los promotores del WorldRX tal vez podrían hacer algún tipo de competición extraoficial conjunta para mantener a los pilotos y aficionados ocupados durante el largo invierno.