Tenemos a los World Rally Cars como el súmmum de la competición, más aún en lo que se refiere sobre tierra, pero a buen seguro que hay opciones mucho más económicas que gastarse medio millón de euros en el Ford Fiesta más caro del planeta. Los chicos de la revista EVO probaron el año pasado cuatro alternativas para disfrutar derrapando por las pistas forestales: Polaris RZR, Bowler Defender 110 V6, Porsche 911 RSR versión Safari (construido por Tuthill) y el Ariel Nomad.
En total, casi 1.300 CV de potencia para volar por los bosques de las islas británicas. Filosofías completamente distintas, desde un coche de rallyes clásico, hasta un 4×4 de los tradicionales, pasando por los buggies y UTV más extremos del panorama actual. Tracción trasera, total, vehículos espartanos y los más sofisticados coches de rallyes. A buen seguro el Ford Fiesta RS WRC no llevaba un mapa extremo de competición, pero lo suficiente como para tener 300 CV disponibles bajo tu pie derecho.