Hace unos meses se habló de la posibilidad de recuperar la serie Procar como forma de animar los fines de semana de la Fórmula 1. Algunos pilotos y jefes de equipo aseguraron estar a favor de una competición que se disputó a finales de la década de los 70 (1979 y 1980) y en la que se juntaban en una misma parrilla a pilotos de la Fórmula 1, Campeonatos de Turismos y participantes dentro de la categoría Sportscar.
Las carreras se disputaban en medio del atronador sonido del motor de 6 cilindros en línea y 3.5 L del BMW M1 que entregaba ni más ni menos que 470 CV de potencia. Al volante del modelo bávaro se pusieron hombres como Niki Lauda, Nelson Piquet, Emerson Fittipaldi, James Hunt, Hans-Joachim Stuck, Carlos Reutemann, Marc Surer o Markus Höttinger. Algo que sería impensable hoy en día, porque prácticamente ningún equipo estaría dispuesto a perder a su piloto un día antes de la carrera.
Y es que coger a un depredador del asfalto, sentarlo en un coche de competición y decirle que no corra es imposible. Más difícil aún sería convencer a los patrocinadores que una competición así no tendría ninguna ‘colisión’ con sus millonarios contratos de imagen. Zolder, Zandvort, Mónaco, Monza o Silverstone fueron algunos de los escenarios donde pudimos ver esta copa monomarca por la que cualquier promotor pagaría una millonada en la actualidad.
En aquel momento, los pilotos de Fórmula 1 tenían sus privilegios, ya que los cincos mejores pilotos clasificados el viernes pasaban directamente a ocupar las cinco primeras posiciones de parrilla de la carrera de Procar, con la ventaja además de competir con M1 mantenidos directamente por BMW Motorsport. ¿Dónde hay que firmar para su regreso? Shut up and take my money…
