Que el deporte profesional dependa en Estados Unidos de franquicias es la norma, pero hasta ahora el automovilismo se había mantenido más o menos al margen. Sin embargo a partir de esta temporada la NASCAR comenzará a aplicar un régimen de equipos similar al que ya hemos podido ver en otras categorías, como el BTCC o los V8 Supercars. El invento americano se llama ‘Charter System’ y dará plaza fija a 36 coches.
El acuerdo al que han llegado los equipos y la organización implica que durante los próximos nueve años 36 licencias permitirán disputar la temporada completa, una cifra que se ha establecido en base a los coches que han participado en todas las carreras de los últimos tres años. Estas plazas podrán ser compradas y vendidas, como de hecho ya ha ocurrido con tres de ellas de cara a la temporada que se inicia esta semana en Daytona: las dos de Michael Waltrip Racing y una de Premium Motorsports.
Aún así seguirá habiendo sitio para los programas parciales y participantes esporádicos. Aunque la parrilla de la NASCAR Sprint Cup Series pasa de 43 a 40 coches de máximo, seguirá habiendo cuatro plazas en juego durante las sesiones de clasificación. Será ahí donde se lo jugarán todo equipos míticos como Wood Brothers. Para favorecer su supervivencia, las grandes estructuras del campeonato no podrán pasar de cuatro coches bajo ningún concepto. Igualmente, se retirará la licencia a aquellos coches que durante tres años consecutivos se mantengan entre los tres peores de la temporada, intentando así mantener un nivel mínimo de competitividad entre privilegiados.
Foto | NASCAR Media