En otro de esos rumores constantes y partos de la burra que tanto abundan en el mundo de los GT y la resistencia (por 25 pesetas, dadnos ejemplos como el del proyecto GTE de McLaren), parece que al fin podemos estar cerca de ver en pista una versión de competición del nuevo Honda NSX. O al menos eso publica esta semana el medio estadounidense RACER pese a las dudas que aún rodean al proyecto.
Según esta web, en Acura (brazo americano del fabricante nipón bajo el cual se comercializa el NSX) están plenamente convencidos de poner en pista un NSX GT3 con el que sustituir el TLX con el que compiten desde hace años en Pirelli World Challenge, el certamen SCCA de carreras de GT al sprint. Las dudas serían si lo hará con un sistema híbrido funcional, como su homólogo de calle, y en caso afirmativo, si ello será aceptado de buen grado por la FIA o deberá conformarse con una homologación GT3 nacional e incluso simples acuerdos puntuales con distintos certámenes para su aceptación (como ocurre con el Renault R.S.01). Según explica RACER, Honda podría presentar un concepto de competición del NSX tan pronto como en el Salón de Nueva York que tendrá lugar el mes que viene, con independencia de que se resuelvan las cuestiones anteriormente descritas.
En todo caso merece la pena subrayar lo atravesada que parecen tener las marcas japonesas el reglamento GT3. Del otro lado de la calle nos encontramos con una Toyota que lleva años desarrollando el Lexus RC F GT3 y sólo ahora parece poner en marcha un proyecto medianamente serio para la categoría GTD del United SportsCar Championship. Mejor le ha ido a Nissan con el GT-R GT3, aunque justo es decir que sus buenas prestaciones en pista no van ligadas a un éxito comercial como el de otros modelos europeos de la categoría.
Vía | RACER
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