Kevin Magnussen ha sido uno de los últimos pilotos en añadirse a la temporada 2016. Tras la caída de Pastor Maldonado, el danés ha heredado un volante que parecía seguro y tras prácticamente doce meses sin subirse a un Fórmula 1, esta semana ha vuelto a rodar con un coche de la máxima categoría gracias a Renault. A pesar de los varios problemas técnicos sufridos a lo largo de la semana, el equipo franceso parece ir de menos a más.
En el día de hoy, Magnussen ha sido el piloto individual que más vueltas ha dado -aunque Mercedes ha dado más giros como equipo-. El ex-piloto de McLaren se muestra satisfecho aunque es consciente de que el equipo debe trabajar duro si quiere estar a la altura de las circunstancias. La temporada 2016 se plantea muy igualada, particularmente en la parte media de la parrilla, con muchos equipos de la zona baja buscando subir.
A pesar de los problemas iniciales en pretemporada, Magnussen es optimista y se siente aliviado al ver que han podido recuperarse y dar más vueltas de las que en un principio creía que iban a dar. El piloto danés siente que más allá de trabajar en el monoplaza, estos dos días de pruebas en los que él ha tomado parte le han servido para volver a habituarse a la vida dentro de un coche de Fórmula 1 tras un año sin hacerlo aunque reconoce que la espalda y los hombros le han dado alguna complicación.
Sobre el problema que ha hecho que el coche se «quedara tirado» en medio del circuito hoy, Magnussen ha explicado que se han quedado sin carburante, una práctica habitual en pretemporada para medir exactamente el consumo del coche. Durante la primera semana, explica que se han centrado en hacer comprobaciones y sentar las bases de su 2016 para empezar a trabajar en reglajes la semana que viene. Por ello es difícil juzgar los puntos fuertes y débiles del RS.16 por ahora. Sí que ha apuntado a la estabilidad del coche como algo que puede ayudarles; es un coche dócil.
Finalmente, Magnussen ha asegurado que intenta no comparar demasiado el sistema de trabajo de Renault con el de McLaren, reconociendo también que los tres motores con los que ha pilotado -Mercedes en 2014, Honda en 2015 y Renault en 2016- son muy distintos entre sí, quizás más de lo que muchos imaginan. Ha concluido declarando que ve a Renault con el potencial necesario para acabar desafiando a Mercedes, aunque imaginamos que no se refiere a 2016. De momento, cuenta que no hay mejoras previstas a corto plazo…