¿Qué sería de nosotros sin McLaren y sus cuitas? Hay un gran problema que, en mi opinión, sucede en la Fórmula 1 actual, que es que no sabemos vivir sin decir algo sobre Fernando Alonso o sobre el equipo que toca. Ya lo dije el año pasado, y me reedito y reafirmo esta presente temporada porque ya faltaban plumas que nos describiesen el minuto a minuto del sufrimiento de Alonso, el cabreo de Alonso (que va por dentro, afirmaba el plumilla), la inminente retirada de Alonso (la que nos describía el inglés rencoroso del Times). En estos temas siempre hay que echar un vistazo a las dos partes: la que dispara rumores por un lado, y la que se los come, degusta y digiere por otro. Una vez vistos los dos extremos, los descartamos.
Sea cual sea el motivo de los fallos en el MP4/31 de Fernando Alonso, ¿por qué nos debería preocupar? Uno sabe que vende menos diciendo estas cosas que sacando un titular muy llamativo al respecto, o cayendo en el lado oscuro y añadiendo una muesca más al pesimismo que tanto se preocuparon por hacer crecer en 2015. No ayuda mucho leer rumores y desmentidos continuos sobre los 223 caballos extra que luego no son para tanto, o rumores sobre una pretemporada 2016 con motor de 2015. y no ayuda por una razón bien sencilla que a nadie le gusta leer, y a un servidor le gusta poco señalar. Pero creo que es mi deber: no sabemos nada sobre qué hace un equipo de F1 en la pista en semanas como esta.
Nos gusta el chafardeo. Por favor, no os sintáis menospreciados o insultados, es que de verdad nos gusta charlar durante horas sobre esto o lo otro si no tenemos nada mejor que hacer. Y lamentablemente no tenemos nada mejor que hacer porque la temporada pasada fue una verdadera castaña y teníamos un póker de temas habituales con los que trabajar: victoria de Hamilton, victoria (o error) de Rosberg, victoria o podium de Vettel y fracaso de McLaren/Alonso/Button. Fin de la historia. Con tan poco bagaje de temas interesantes sobre la Formula 1 es natural que terminemos afilando la navaja.
¿Puede cambiar algo esta temporada? Sí, por supuesto que sí, ¡está por estrenar!. Pero Mercedes va a seguir dominando, y es posible que tengan que desplegar todo su arsenal de batalla para arrasar, pero lo harán. Ya nos han demostrado desde el primer día que pueden rodar, y rodar, y rodar, y no tener problema alguno ni de lejos. Sin apretar, si, bueno… ¿y qué? En una pretemporada no se aprieta, es más, ni siquiera es algo que tenga mayor interés para el público en general porque en estos días los coches ruedan para los ingenieros, para probar los sistemas, contrastar la realidad con las simulaciones, encontrar algún defectillo o problema que solucionar…
Haciendo un símil con otros deportes, la pretemporada para la Fórmula 1 es el chequeo médico para un atleta antes de que comience la temporada. Sirve para saber si están todos en condiciones de competir, no para ver dónde está cada uno. Se puede intuir, sí, y es bastante fácil hacer tres grupos de equipos (cabeza, medio, fondo de pelotón), pero nadie espera recibir el reconocimiento y la ovación del público por algo así.
Pero, ¿Fernando Alonso no está que trina?
¿Cómo me puedo atrever a decir algo sobre lo que piensa Fernando Alonso? Esto ya debería zanjar el asunto y yo debería ya cerrar el artículo, pero no, es imposible. No puedo dejar de pensar en las líneas sueltas y tweets que pude leer estos días como el condescendiente «la procesión va por dentro» o incluso las delirantes fotos elegidas por algún medio para ilustrar sus ‘artículos’. La que encabeza este puede que tampoco sea la mejor.
Tenemos mucha costumbre a la hora de buscar explicación a temas que no conocemos, aplicando nuestra propia personalidad, lo que nosotros haríamos o sentiríamos en tal o cual situación, y por eso salen a la luz este tipo de titulares, pensamientos, e intentos por vender algo más que el compañero aunque sea por pura imaginación. Da igual que Fernando Alonso no deje de enviar mensajes positivos desde sus cuentas en las redes sociales, en sus declaraciones a la prensa,… Da igual que la pretemporada vaya mejor que en 2015, ¡qué importa!
Al final, lo que cuenta es que nos reafirmemos nosotros mismos: «McLaren con problemas». Así podemos sufrir más a gusto.
En Diariomotor Competición:
Sigue la pretemporada 2016 de Fórmula 1
