Con nocturnidad y alevosía. Así ha llegado la última edición de la Gymkhana de Ken Block, la octava, rodada esta vez de forma íntegra fuera de Estados Unidos y con el Ford Fiesta ST RX43 que utiliza para competir en RallyCross como verdadero protagonista. El estadounidense ha gozado con la colaboración de las autoridades de Dubái (aprovechando el patrocinio de los XGames) para hacer una superproducción algo distinta a la que nos tiene acostumbrados.
Aprovechando el lujo, la famosa policía y sus excesivos coches, las amplias avenidas y los ultradeportivos que se cuentan a centenas en el paraíso del petróleo, nos encontramos con una entrega algo distinta, con mucho plano aéreo, mucha referencia a su nuevo contrato como hombre fetiche de la firma de Detroit y trucos que ya hemos visto en el pasado, pero a los que se le ha querido dar una vuelta de tuerca para que parezcan nuevos.
Poco o nada ha quedado de esa primera Gymkhana con el Subaru en la que Block tan sólo necesitó unas instalaciones abandonadas y algo de colaboración de su equipo. Ahora sus vídeos se han convertido en una muestra de derroche tecnológico, una gran tarea de preproducción y menos improvisación de lo que a muchos les gustarían. Eso sí, ver al Ford Fiesta de RallyCross merendarse a todos los grandes deportivos del planeta no tiene precio, así como la plasticidad de las imágenes de compresiones que nos recuerdan a las de los pilotos del Mundial de Rallyes. Pasen y disfruten de la última producción hollywoodiense de Ken Block.