Y cuando creíamos que lo sabíamos todo, descubrimos que no sabíamos nada. Ese sentimiento es algo que se vive a menudo en la Fórmula 1 tanto dentro como fuera de los propios equipos y es quizás uno de los puntos más apasionantes de la categoría. A veces parece que las cosas tomen un camino que resulta estar completamente equivocado. O incluso a veces es tan simple como que las cosas cambian con una velocidad vertiginosa. El séptimo y penúltimo día de pretemporada de Fórmula 1 nos trajo algunas sorpresas y puntos inesperados.
El más importante, la posibilidad de que Ferrari sí acabe estando a la altura de las circunstancias, después de todo. Se abre la puerta un poco a la igualdad. Esta semana Mercedes aparentemente sentenció su posición como líder indiscutible con un tiempo de 1:23.0 con neumáticos blandos. Hasta ayer por la mañana, no se esperaba que nadie pudiera hacer nada comparable. pero entonces llegaron Kimi Räikkönen y Ferrari, llegando a superar el registro de Nico Rosberg por apenas unas centésimas. De golpe y porrazo, hay mundial. O por lo menos, posibilidad de que lo haya.
No hay que buscar conclusiones con demasiada prisa ni esperar resolver los misterios antes de llegar a Australia pero lo cierto es que los registros de Ferrari son prometedores. Hay que entender que la fiabilidad de los coches rojos sigue siendo una preocupación y que el aterrador kilometraje de Mercedes puede decantar la balanza en su favor. Pero por lo menos, en estos momentos las cosas tienen suficientemente buena pinta como para que haya que ser optimistas. Existe la posibilidad de que haya lucha por el mundial. Y tenemos un día más por delante para intentar evaluarla.
De cara a la temporada 2016 se plantea la posibilidad de que la Fórmula 1 esté dividida, por lo menos en cierta forma, en parejas. Si Mercedes y Ferrari deben estar arriba, Williams y Red Bull deben formar el grupo perseguidor, con Force India y Toro Rosso en el papel de outsiders. Renault y McLaren pueden encontrarse en la nada envidiable situación de ser equipos con solera, credibilidad y recursos pero sin buenos resultados -por lo menos no en lo que cabe esperar de ellos-. Finalmente, Haas y Sauber deberán estar a un nivel parecido y será la evolución durante el año la que marcará el resultado.
Manor queda en un lugar algo más independiente, siendo el equipo que menos vueltas ha dado estos días y a priori el que menos recursos tiene. Su ritmo no ha sido malo, sobre todo cuando es Pascal Wehrlein quien se pone al volante -hoy ha terminado su pretemporada y volverá a rodar solo en Melbourne-. Pero el equipo debe seguir trabajando si quiere llegar a un nivel que les permita luchar de verdad con sus rivales teóricos de Sauber y Haas. Aún así, lo que está claro es que estarán mejor que en años anteriores y eso ya es importante.
Pero más allás de los coches de cabeza y del teórico peor equipo, la mayor parte de la emoción estará en el grupo medio. Williams y Red Bull pueden ser protagonistas en algunas de las luchas más interesantes y de momento, tras lo visto ayer, deberán estar bien posicionados. Los tiempos de Felipe Massa fueron competitivos tanto en tandas largas como en velocidad pura. Algo distinto vimos en Red Bull, con Daniil Kvyat siguiendo con el trabajo de paradas a boxes. Puede que sea el otro equipo de la marca de bebidas energéticas, el que tenga que dar sorpresas…
Toro Rosso volvió a ser uno de los equipos con mejores sensaciones. El STR11 funciona bien tanto en tandas largas como en cortas. Max Verstappen fue capaz de sacarle un cierto provecho al coche y siendo uno de los pocos pilotos en montar neumáticos ultrablandos, tiene uno de los registros más rápidos de las dos semanas. Algo mejor lo tiene también Nico Hülkenberg, cuyo rendimiento con el Force India sigue teniendo una pinta más que interesante. Aún así, hay que escuchar al equipo, que no quiere pasarse de optimista.
Quienes no se van a pasar de optimistas son los hombres de Renault y McLaren. ¡Quien les ha visto y quien les ve! En 2012, ambas estructuras ganaron carreras y en 2005, hace poco más de diez años, fueron los integrantes de los equipos de Woking y Enstone, quienes lucharon por el título. Las cosas son muy distintas hoy en día y para ambas estructuras -más para Renault que para McLaren-, la temporada 2016 es una temporada de cambio. Hay mucho trabajo por delante y ver a los RS16 o MP4-31 en la Q3 no debería ser lo normal -sobre todo si se adopta el nuevo sistema de clasificación-.
Por debajo deben quedar los equipos cliente de Ferrari. Sauber marcó ayer sorprendentemente buenos registros con Felipe Nasr y a menudo están arriba en las clasificaciones de velocidad punta, lo que arroja dudas sobre su falta de opciones. Pero a priori, es difícil esperar un gran cambio del equipo, que tendrá en Haas un rival a medida. Los americanos tuvieron ayer un día complicado con dos salidas de pista pero si todo va bien, quien sabe qué pueden hacer. Más que su nivel en la primera carrera, será interesante ver cómo evolucionan. Y hablando de evolución… atentos todos, que la pretemporada termina hoy.
